La tendencia en los últimos tiempos entre las marcas premium de acercarse a segmentos más bien populares no impide que sigan desarrollando sus mejores aptitudes en el campo que las define: el de las berlinas de lujo.
En esta ocasión ha sido Audi la que ha sacado a la luz una nueva muestra de su capacidad, al anunciar que producirá 50 unidades del prototipo del A8 que mostró durante el pasado Salón de Frankfurt, a las que próximamente seguirán otros modelos.
Se trata del A8 L W12 Audi Exclusive Concept o, lo que es lo mismo, después del Q7 que lanzaron con esta etiqueta, es del automóvil más grande, en todos los sentidos, producido por la marca de Ingolstadt. La carrocería larga del buque insignia de la firma bávara está equipada con el peculiar bloque de 12 cilindros en W estrecha.
Subido en esta tercera generación del A8 hasta los 6,3 litros de cilindrada, se trata de un motor de inyección directa de gasolina FSI que entrega unos políticamente incorrectos pero probablemente muy satisfactorios 500 CV de potencia a 6.200 rpm.
En cualquier caso, el principal protagonista no se encuentra escondido bajo el capó, sino más bien perfectamente a la vista en el habitáculo. Se trata del esmero con el que se ha realizado el interior, cuyos asientos están tapizados en piel de color Coñac por el especialista Poltrona Frau. El cuero se extiende a gran parte de los paneles, como el cuadro de instrumentos, salpicadero, consola y túnel central, los tiradores de las puertas, las consolas de los asientos e, incluso, la llave del coche.
Las inserciones decorativas son de madera de olivo y fresno, barnizada en un tono gris amarronado que contrasta con el de la tapicería y que puede verse en los respaldos de los asientos, el panel frontal y los de las puertas, entre otras zonas.
Cada una de las cincuenta unidades disponibles de este A8 exclusive concept tendrá una placa identificativa numerada.