El sistema SCR será acoplado al propulsor de 2.2 litros turbodiésel, que a pesar de sus dimensiones generosas superará la normativa anti polución EU5. Como en los modelos BlueTEC de Mercedes-Benz, la purificación de los gases de escape se consigue vaporizando una solución de urea acuosa antes de que estos circulen por el catalizador. La reacción química generada reduce hasta un 40% la cantidad de gases NOx que se emiten a la atmósfera.
A pesar de la colocación del depósito de AdBlue, el nuevo Mazda CX-7 SCR consigue mantener el espacio de carga de 455 litros. El modelo podrá circular durante unos 20.000 km en condiciones normales de conducción antes de tener que recargar el depósito de AdBlue.Mazda también presentará en el Salón de Frankfurt otras tecnologías de eficiencia energética para ser comercializadas en el mercado europeo como el sistema i-stop o su nuevo motor rotativo de hidrógeno.