En lo que respecta a la seguridad activa, sin embargo, sí se han realizado ajustes en el chasis que mejoran su comportamiento dinámico, así como un nuevo sistema de iluminación adaptativa y un asistente de arranque en cuesta.
Y si la seguridad sale ganando, no menos se puede decir de la configuración mecánica, con nuevos propulsores que mejoran la eficiencia de los anteriores. Entre ellos destaca el nuevo 2.0 DISI de inyección directa, que se combinará con una transmisión automática de 5 relaciones.
El 1.8 y el 2.5 han sido a su vez optimizados, de la misma forma que el 2.2 turbodiésel, que ofrecerá tres niveles de potencia situados entre los 129 y los 180 CV, todos ellos con rangos de consumo y emisiones reducidos respecto a la familia anterior.