Durking (Reino Unido).- Aunque lo que verdaderamente hizo popular al Audi Sport Quattro de 1984 fue su capacidad para demostrar que la tracción total era competitiva en las carreras, de poco habría servido su excelente motricidad si no hubiera contado con un motor a la altura de las circunstancias.
Fue en 1976 cuando Audi estrenó la arquitectura de 5 cilindros en línea, en la segunda generación del desaparecido Audi 100, predecesor del actual A6.
Esta construcción, que en sus evoluciones más deportivas para la calle alcanzaba los 306 CV a partir de una cilindrada de 2,1 litros y un turbo, hace 30 años tenía su razón de ser en deportivos de altas prestaciones y berlinas de representación.
La invasión de los bloques V6 y V8, sin embargo, provocó su desaparición del catálogo de la firma de Ingolstadt.
Precisamente por ello fue toda una sorpresa el anuncio de la vuelta de un motor de 5 cilindros en línea para animar a la versión más radical de su deportivo pequeño: el Audi TT RS.
Sorprendidos o no, los miembros del jurado del International Engine of the Year Awards han decidido que, este año, no hay ningún motor entre 2,0 y 2,5 litros mejor que éste.
Contando como cuenta con multitud de posibilidades en su banco de órganos, varias son las razones por las que descartó una evolución más extrema del excelente 2.0 TFSI u otra del 3.0 V6 TFSI.
Regularidad de rendimiento y fiabilidad en uno, peso y compacidad en el otro, son motivos más que suficientes para coger una hoja en planco y dibujar en ella un propulsor que, con 2,5 litros, inyección directa, distribución variable movida por cadena y sobrealimentación por turbo gordo, es capaz de alcanzar los 340 CV de potencia y los 450 Nm de fuerza máxima.
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A la hora de diseñar esta especial construcción, se ha procurado que fuera lo más compacto posible, ya que al contrario que sus antecesores, va montado en posición transversal. También había de ser ligero, de ahí que se eligiera una rígida fundición de grafito vermicular para el bloque y otra de aluminio para la culata. También los pistones son de este material, con lo que el conjunto apenas llega a los 183 kg.
Además del rendimiento y la eficiencia, cuyas cifras se pueden observar en la ficha técnica, Audi ha trabajado en la sonoridad de esta planta motriz. De hecho, el mismo ciclo de combustión de los cilindros genera un sonido peculiar, que la casa de los cuatro aros han potenciado con un sistema de escape que, en su salida izquierda, integra una válvula que modifica el paso de los gases en función de la carga. Es decir, que a bajo régimen la gente te mira al pasar y cuando se acelera el bufido debe poner los pelos de punta.
Una cosa más: el motor 2.5 TFSI es, oficialmente, el que equipa al Audi TT RS Coupé y al Audi TT RS Roadster, que pueden asimismo montar una caja de cambios manual de 6 velocidades o un cambio S tronic, secuencial y con doble embrague, con 7 relaciones. La pregunta es, ¿llegaremos a verlo algún día en una versión de calle del Audi quattro Concept que vimos en el pasado Salón del Automóvil de París?
FICHA TÉCNICA | ||||
Marca | Audi | |||
Modelo | TT RS Coupé | TT RS Roadster | ||
Número de cilindros/cilindrada (cc) | 5 en línea / 2.480 | |||
Bloque y culata (material) | Fundición / aluminio | |||
Nº de válvulas por cilindro | 4 | |||
Diámetro x carrera (mm) | 82,5 x 92,8 | |||
Relación de compresión | 10,0:1 | |||
Potencia máxima cv (kW) /rpm | 340 (250) / 5.400-6.700 | |||
Par máximo Nm/rpm | 450 / 1.600-5.300 | |||
Alimentación | Inyección directa de gasolina y turbo | |||
Distribución | Doble árbol de levas en cabeza | |||
Tracción | Total permanente con embrague Haldex | |||
Caja de cambios | Man. 6 vel. | S tronic 7 vel. | Man. 6 vel. | S tronic 7 vel. |
Consumo medio (l/100 km) | 9,2 | 8,5 | 9,5 | 8,6 |
Emisión CO2 (g/km) | 214 | 197 | 221 | 199 |
Velocidad máxima (km/h) | 250 (280)* | |||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 4,6 | 4,3 | 4,7 | 4,4 |
*Opcionalmente, se puede subir la limitación de velocidad a 280 km/h.