Algunos pensarán que el lema “Algo está pasando en Mercedes” se les estaba yendo un poco de las manos a la gente de la marca de lujo alemana. La irrupción en tromba de la nueva generación de compactos, formada por el Clase A, el Clase B y, especialmente, los CLA y el inminente GLA, tiene el mercado revuelto y está suponiendo para Mercedes-Benz un sensible incremento de las ventas.
De todos estos modelos, el CLA suponía hasta ahora un pequeño conflicto dentro de la familia Mercedes. Su atractivo estilo coupé y una silueta más prolongada que la del actual Mercedes-Benz Clase C ha hecho que muchos pasen por alto que se trate de un tracción delantera con motor transversal de 4 cilindros. Y tampoco ha importado que la habitabilidad posterior fuera sensiblemente más reducida que en la clásica berlina.
Mercedes, sin embargo, no podía dejar pasar mucho tiempo sin establecer una clara diferencia entre su modelo tradicionalmente más vendido y el estilizado coupé del segmento C.
Así pues, a mediados de marzo del año que viene, coincidiendo con el Salón del Automóvil de Ginebra, el Mercedes-Benz Clase C 2014 llegará al mercado con argumentos completamente renovados.
El primero, que se trata de un coche más grande (4.686 mm de longitud, 95 mm más largo; 1.810 mm de anchura, gana 40 mm) porque han querido que fuera mucho más habitable, especialmente en las plazas traseras (la mayor distancia entre ejes también ayuda), siempre críticas en estas berlinas con árbol de transmisión para el eje trasero. Además, la marca asegura que se ha ganado también en volumen de maletero, que ahora cubica 480 litros.
Pese al incremento de cotas, el nuevo Clase C es sensiblemente más ligero. La nueva plataforma y la utilización del aluminio en casi el 50% de la carrocería han contribuido a reducir en hasta 100 kg el peso, dependiendo de la versión. Ello permite suponer un mejor comportamiento en curva, pero lo que es seguro es que ha es en gran parte responsable de que el consumo de la nueva gama de motores sea hasta un 20% más bajo a igualdad de prestaciones.
La oferta inicial de propulsores será más bien modesta, con tres motores sobrealimentados de cuatro cilindros. Los gasolina serán el C 180, que montará un 1.6 de gasolina de 156 CV y el C 200 un nuevo bloque de 1.919 cc que desarrollará 184 CV. Para el diésel C 220 BlueTEC se ha elegido la variante de 170 CV del conocido propulsor de 2.143 cc.
Un poco más adelante, la oferta diésel se fortalecerá por abajo con un nuevo motor de 1,6 litros de cilindrada y dos niveles de potencia, 115 y 136 CV, y por arriba con el 2,2 litros de 204 CV. Los gasolina, por su parte, recibirán otro cuatro cilindros, pero de 238 CV, que como los más modestos recibe el apelativo BlueDIRECT, sinónimo de la tecnología de inyección directa estrenada en su día por los V6 y los V8. De hecho, el V6 de 333 CV también se instalará bajo el capó del Mercedes-Benz Clase C 2014.
Dependiendo de los motores, el Clase C estará disponible con caja de cambios manual de 6 velocidades u, opcionalmente, con el cambio automático 7G-Tronic Plus, así como con la tracción total permanente 4Matic.
Si te has fijado en las fotos, habrás podido ver la principal novedad mecánica de la berlina media de Mercedes: el C 300 BlueTEC Hybrid o, lo que es lo mismo, la llegada por fin de la propulsión híbrida a este modelo. Se trata de la combinación del motor diésel de cuatro cilindros de 204 CV con un motor eléctrico de 27 CV con la que se ha logrado homologar un consumo medio de 3,9 l/100 km. Mercedes no se parará ahí, porque a esta versión le seguirá otro híbrido, pero enchufable.