La capacidad de Mini para inventar carrocerías es muy superior a su capacidad para llevarlas a la producción, pero la firma de Oxford acaba de demostrar que a una larga espera siempre le llega su final. La nueva variante del pequeño inglés, y van cinco, ya tiene formas definitivas y se denominará simplemente Mini Coupé, una de las muchas muestras de fidelidad al concept car presentado en 2009.
El nuevo Mini Coupé está pensado para maximizar la deportividad inherente a cualquier propuesta de la firma británica. La banqueta trasera ha sido definitivamente eliminada, y el chasis, la distribución de pesos y la aerodinámica han sido diseñadas para optimizar las prestaciones del resto de carrocerías de Mini. El primer Mini de tres volúmenes es 29 mm más bajo que la carrocería básica e incorpora un alerón traseros que se despliega automáticamente cuando se superan los 80 km/h.
La principal novedad en cuanto a propulsores es que la versión básica para esta carrocería arrancará en los 122 CV del Mini Cooper Coupé, del que se pasará al Mini Cooper SD Coupé con 143 CV como única opción diésel, al Mini Cooper S Coupé de 184 CV para llegar finalmente al tope de gama, el Mini John Cooper Works Coupé con 211 CV. Todas las variantes se comercializarán con el cambio manual de seis velocidades, aunque estará disponible para las variantes Cooper S y Cooper SD.
Gracias a la ausencia de asientos traseros, este primer biplaza de la nueva Mini anuncia mayor capacidad de carga, e incorporará las ayudas a la conducción que definen a los actuales modelos de Oxford: DSC (Dynamic Stability Control) de serie y DTC (Dynamic Traction Control) con diferencial autoblocante electrónico como opción para todas las versiones excepto la preparación John Cooper, que lo incorporará de serie.
Ahora ya solo quedan dos prototipos más en la recámara esperando su paso a la producción, el Mini Roadster Concept, la variante descapotable de este Mini Coupé, y el Mini Paceman Concept, una interpretación coupé del nuevo Mini Countryman. Al tiempo.