Mini Coupé: con la sonrisa puesta

©Mini

Mini ha presentado oficialmente por fin la nueva carrocería más que se añade a las cuatro ya existentes hasta la fecha.

Se trata del Mini Coupé, un modelo con el que la marca de Oxford ha dejado de lado cualquier atisbo de versatilidad. Nada de dos plazas delante y un par de asientos detrás para encender enemistades, nada de techo alargado y puertas que se abren en el sentido contrario a la marcha, y por supuesto nada de carrocerías elevadas para echarse al monte como las cabras.

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El Mini Coupé es un biplaza, el primero para ser más precisos, aunque sentado al volante, antes de arrancar, será difícil percibir alguna diferencia con el resto. Sin embargo, con él Mini se ha propuesto dar un giro aun más deportivo y exclusivo a su gama. Para que luego digan que está todo inventado.

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Por de pronto, la silueta de tres volúmenes, auténtica novedad de este coche, es 52 mm más baja que la del ya contenido Mini de 3 puertas. Además de hacer correr ríos de tinta, esta composición de su carrocería ha permitido montar un alerón retráctil en la tapa del maletero, que aparece cuando se alcanzan los 80 km/h o cuando nos aburramos en un semáforo y le demos a la palanquita correspondiente, situada sobre el retrovisor.

Si hemos de creer a la marca, este dispositivo aerodinámico debería ayudar a mejorar la estabilidad a altas velocidades, lo que sumado al centro de gravedad más bajo y a los refuerzos específicos en el bastidor, deberíamos tener unas cualidades dinámicas difíciles de igualar en su segmento.

La gama de motores es la ya conocida en el resto de la familia británica, aunque en este caso se ha prescindido de las variantes menos prestacionales.

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Desarrollados por BMW en colaboración con el Grupo PSA Peugeot-Citroën, los propulsores de gasolina 1.6 entregan 122 CV en el Mini Cooper Coupé, con sistema Valvetronic de regulación plenamente variable de las válvulas, 184 CV en el Mini Cooper S Coupé, al añadir la inyección directa y un turbo Twin-Scroll, para culminar en los 211 CV del Mini John Cooper Works Coupé, suficientes para lanzarlo a 240 km/h de velocidad punta, no sin antes haber pasado el trámite de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos.

En cuanto a la oferta diésel, la representa únicamente el Mini Cooper SD Coupé, cuyo motor de 2,0 litros con inyección directa common-rail y turbo de geometría variable ofrece hasta 143 CV de potencia.