Se trata de un SUV híbrido que combina un motor térmico con la tecnología MiEV (Mitsubishi innovative Electric Vehicle) que ya presentó el fabricante japonés en el modelo i-MiEV. Con este vehículo, Mitsubishi busca mejorar uno de los puntos más susceptibles de mejora de este segmento, el de las emisiones contaminantes.
En el aspecto del diseño, destaca sobre todo un interior futurista que intenta trasmitir los valores de limpieza, eliminación de estrés, seguridad y tranquilidad al conductor. Mitsubishi lo denomina interior «cocochi». Como otros extras interiores también cuenta con un ionizador del aire, filtros solares en el parabrisas, tapicería antialérgica y asientos independientes para todos.