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Roger Escriche. – Para concebir el coche encargado de sustituir a un deportivo de la calaña del Countach hacía falta algo más que un poco de inspiración, también hacía falta arrojo, y en Lamborghini pensaron que Luigi Marmaroli reunía las condiciones necesarias para llevar a cabo el proyecto.
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Marmaroli llegó a Lamborghini en 1985 procedente de la escudería Alfa Romeo de Fórmula 1 para desarrollar un nuevo coche denominado internamente P132. El diseñador Marcello Gandini, que ahora tenía su propio estudio de diseño, se encargaría de las formas exteriores.
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El primer prototipo que rodó en Nardo montaba una versión muy evolucionada del V12 de 5.2 litros del Countach. A pesar de ello, en Lamborghni consideraron que la velocidad máxima de ese embrión de Diablo era insuficiente teniendo en cuenta el aumento de la potencia y la optimizada aerodinámica, y decidieron que había llegado el momento de revisar a conciencia el V12 de Bizzarrini, que ya contaba con más de 20 años a sus espaldas.
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El Diablo reemergió en 1989 después de pasar por las mesas de diseño de Chrysler, propietaria de Lamborghini en aquellos momentos. En su retorno, contaba con un V12 de 5.7 litros central-trasero montado longitudinalmente que desarrollaba la muy respetable cifra de 492 CV a 7.000 rpmy estaba equipado con inyección secuencial multipunto Weber-Marelli. El cambio Lamborghini de cinco velocidades también fue completamente rediseñado para adaptarse a las nuevas características del propulsor.
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Desde sus primeros esbozos en una tabla de diseño, el Diablo había sido concebido para montar tracción total, aunque en la primera versión comercializada ésta se ofreció sólo opcionalmente. El coche tampoco contaba con ABS, oficialmente porque en Lamborghini no fueron capaces de convencer a ningún fabricante de este dispositivo para que proporcionara las unidades necesarias para una serie tan pequeña.
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El Diablo contó con varias ediciones limitadas a los largo de su trayectoria, una de ellas la versión SE introducida en 1993 para celebrar el 30º aniversario de Lamborghini, con una variante del V12 de 6.0 litrosque transmitía 520 CV a las cuatro ruedas.
Sobre el asfalto era un deportivo claramente más asequible que el Countach, aunque eso no significa ni mucho menos que fuera poco exigente para el conductor. Con un par motor enorme para la época, el V12 del Diablo era mucho más flexible que su predecesor y su entrega de potencia algo más lineal.
La ausencia de asistencia en la dirección lo hacía un coche tremendamente pesado a velocidades inferiores a los 100 km/h, algo a lo que tampoco ayuda un cambio durísimo. Los frenos, por el contrario, eran superlativos en todas las condiciones a pesar de no contar con ABS. El único defecto reseñable que se le acachó fue una peligrosa ligereza del tren delantero en los cambios de rasante.
Cochesafondo en el Museo Lamborghini (I)
Cochesafondo en el Museo Lamborghini (II)
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| Lamborghini Diablo 6.0 SE (2000-2001) | |
| Motor | V12 a 60º en posición central-trasera longitudinal |
| Cilindrada | 5.992 cc |
| Distribución | Doble árbol de levas en cabeza por bancada de cilindros, cuatro válvulas por cilindro |
| Potencia | 520 bhp a 7.100 rpm |
| Par | 620 Nm a 5.500 rpm |
| Transmisión | Tracción total VT con el 25% de la potencia transmitida a las ruedas delanteras; dos diferenciales de deslizamiento limitado; cambio Lamborghini sincronizado de cinco velocidades |
| Frenos | Discos ventilados de 330 mm delante y 285 mm detrás |
| Neumáticos | 245/40ZR18 delante y 335/35ZR18 detrás |
| Peso | 1.624 kg |
| Velocidad máxima | 330 km/h (estimada) |
| Aceleración (0 a 100 km/h) | 3,4 segundos |
| Unidades fabricadas | 45 |
