Nueva generación de la suspensión magnética MagneRide

París (Francia).- El especialista en sistemas de frenos y suspensión BWI está desarrollando la tercera generación de su sistema activo de suspensión MagneRide. Según sus creadores, esta tecnología prácticamente elimina la necesidad de encontrar un compromiso entre eficacia y confort, de ahí que Audi la utilice en modelos como el TT o el R8, mientras que Ferrari la monta en el 599 GTB Fiorano, el California o el 458 Italia.

La tercera generación supera las cualidades de la anterior, gracias a la incorporación de un sistema de control de dos vías para el muelle doble montado en cada amortiguador (en lugar del muelle simple anterior) y una nueva centralita con algoritmos de control revisados, entre otras mejoras. Con ello, se ha logrado superar el rango de actuación del sistema, con lo que la posición «suave» es más suave que antes y la posición «dura», es más dura. La mayor rapidez de respuesta es otra de las ventajas logradas.

Paralelamente, BWI ha desarrollado una nueva versión pensada para aplicarse en SUV’s de gran tamaño. De esta manera, la compañía asegura que el MagneRide mejorará de forma significativa el equilibrio entre calidad de rodadura, manejabilidad y seguridad activa de este tipo de vehículos.

La suspensión MagneRide cuenta con unos amortiguadores por cuya estructura circula un fluido que puede variar su viscosidad. Ello es posible a las minúsculas partículas metálicas en suspensión que contiene, las cuales reaccionan de forma instantánea ante un campo magnético (o corriente eléctrica).

Dicho campo magnético está regulado por la centralita electrónica, y al variarse la viscosidad del fluido, éste pasa con mayor o menor dificultad de una cámara a otra del amortiguador, una reacción que el conductor percibe como una mayor o menor dureza de la suspensión.