La versión básica entrega 272 CV de potencia y un par motor de 400 Nm entre 2.250 rpm y 4.750 Nm que le permiten alcanzar los 222 km/h de velocidad punta (225 km/h con la suspensión neumática adaptativa opcional) y acelerar hasta los 100 km/h en 7,9 segundos.
El 3.0 TFSI más potente llega hasta los 333 CV, mientras que el par de fuerza es de 440 Nm, disponibles entre las 2.900 rpm y las 5.300 rpm. La velocidad máxima de 243 km/h (245 km/h con adaptive air suspensión) es comparable a su aceleración, 6,9 segundos en el 0-100 km/h. En ambas variantes el consumo medio homologado se queda en los 10,7 l/100 km, un 12 y un 16% menos que las versiones a las que sustituyen, el 3.6 FSI y el 4.2 FSI.
Los argumentos de los nuevos motores diésel empiezan con el 3.0 TDI, completamente renovado, y del que se han eliminado unos 20 kg de masa. Por una parte, el rediseño de la distribución por cadena y el nuevo proceso de construcción de las paredes de los cilindros han reducido los rozamientos internos. Por la otra, el sistema de inyección directa common-rail ahora es capaz de trabajar hasta a 2.000 bares de presión y, por si fuera poco, se ha dotado al cárter y a las culatas de circuitos de refrigeración independientes, conectados entre sí a través de las válvulas. Como colofón, se ha acoplado el sistema Start-Stop para apagar el motor cuando el vehículo se detiene.Estas modificaciones son responsables de que el Audi Q7 haya visto reducido su consumo ponderado hasta los 7,4 l/100 km (un 19% menos) a pesar de contar con una potencia de 240 CV y una fuerza de 550 Nm entre 1.750 rpm y 2.500 rpm.
Si bien esta variante del 3.0 V6 TDI destaca por su eficiencia, Audi ofrece una opción aún más respetuosa con el medio ambiente: el 3.0 TDI clean diesel, con catalizador de NOx, que cumple la normativa antipolución EU6 que entrará en vigor en 2014.En el escalón inmediatamente superior se sitúa un revisado 4.2 TDI, con el mismo nivel de potencia que el anterior (340 CV), pero con un par motor superior (800 Nm entre 1.750 rpm y 2.750 rpm) y unos consumos que pasan de 9,9 l/100 km a 9,2 l/100 km gracias, entre otras modificaciones, al sistema de inyección (los 2.000 bares de presión ya son norma) y a la reducción de los rozamientos entre las piezas móviles internas. Las prestaciones, de deportivo: 6,4 segundos de 0 a 100 km/h y un tope de 242 km/h.
Con 8 basta
Otro de los elementos que ha contribuido a la mejora del rendimiento de los nuevos motores es la nueva caja de cambios Tiptronic, responsable de un 5% de la reducción del gasto de combustible.
Esta nueva transmisión dispone de 8 relaciones, en lugar de las 6 con que contaba la anterior, con lo que se han visto muy reducidos los saltos entre marchas y el motor siempre puede trabajar en su régimen óptimo.
El cambio tiptronic se encarga de enviar la fuerza al sistema de tracción total permanente quattro, que la distribuye asimismo con una relación 40:60 por defecto, aunque su diferencial central mecánico puede dirigir de forma instantánea el hasta 65% del par al eje delantero o el 85% al trasero, en función de las necesidades de motricidad.
Como es de esperar, los más de 5 metros de longitud del SUV de lujo de la firma de los cuatro aros conservan intactos el conglomerado tecnológico y la exquisitez de acabados, con elementos como la luz diurna delantera, intermitentes y pilotos traseros LED o una versión del sistema adaptive light, que además de activar las luces de cruce, carretera y autopista, integra una luz de giro.