Todo cambia en el nuevo Peugeot 308 SW, un coche cuya estampa se aleja claramente de la del coche al que sustituye.
El primer Peugeot que marcó con las letras SW la carrocería familiar fue el 307. Sus líneas, a medio camino entre un compacto convencional y un monovolumen, dejaban bastante clara la orientación de aquel modelo. Casi tanto como la de casi toda la gama de la marca del león a principios de este siglo XXI.
Su sucesor, el Peugeot 308, heredó una orientación muy similar, debido entre otros motivos a que partía, en esencia, de una evolución de la misma plataforma. Ahora, con el desarrollo de la plataforma modular EMP2, la marca se libra de ataduras y con el nuevo Peugeot 308 SW ha querido reorientar el planteamiento de su break del segmento de los compactos.
El estreno del nuevo Peugeot 308 SW tendrá lugar en el Salón de Ginebra de 2014, justo antes de empezar su comercialización (primero en Francia y durante la primavera en otros países europeos). Allí tendremos ocasión de comprobar en directo si el nuevo estilo del compacto francés se ha trasladado fielmente a la variante familiar.
De momento, Peugeot anuncia una capacidad del malereo de 610 litros y una superficie de carga diáfana con los asientos posteriores plegados (y con un solo movimiento desde el maletero…) algo de lo que rivales como el Skoda Octavia Combi no pueden presumir.
Por lo demás, el nuevo Peugeot 308 SW parece copiar punto por punto los aspectos conocidos en la berlina. Es 140 kg más ligero que el modelo al que reemplaza, cuenta con el peculiar habitáculo Peugeot i-Cockpit, en el que llama la atención el volante de pequeño diámetro y el cuadro de mandos a la vista por encima del mismo, e incorporará la nueva generación de motores eficientes Euro 6, como el BlueHDi.