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Y nunca mejor dicho, porque precisamente el nuevo Saab 9-5 comparte la plataforma llamada Epsilon 2 con el actual tope de gama de Opel, al que, sin embargo, le saca varios centímetros de ventaja en distancia entre ejes.
Pero lo que hará especial a esta berlina premium que llegará a los concesionarios en 2010 es el aporte tecnológico que encierra, a unos niveles nunca vistos en Saab.
Así pues, el 9-5 contará con Head-Up display, que proyecta informaciones básicas en el parabrisas, faros adaptativos bixenón, control de crucero activo, asistente de aparcamiento y chasis adaptativo Saab DriveSense con control continuo de la amortiguación en tiempo real, además de tracción a las cuatro ruedas con diferencial autoblocante con control electrónico en el eje trasero, entre otros.
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Las variantes mecánicas serán, inicialmente, un 2.0 turbodiésel y cuatro cilindros de 160 CV, y dos de gasolina: uno también tetracilíndrico turboalimentado y con 2.0 l de cilindrada que entregará 220 CV, mientras que el tope de gama se confía a un V6 turbo de 300 CV y 400 Nm de par motor que se ofrecerá únicamente con tracción total Saab XWD. Todos ellos cuentan con transmisión de 6 velocidades.
Más adelante llegarán un 1.6 Turbo con 180 CV y un 2.0 Biopower capaz de funcionar con bioetanol E85.
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Los niveles de acabado mantienen la nomenclatura conocida hasta ahora, desde el más básico Linear hasta el deportivo Aero, pasando por el lujoso Vector, y podrán contemplarse por vez primera en el Salón de Frakfurt, del 17 al 27 de septiembre.
