Prueba BMW 630d xDrive GT: cambio de escala

Valoración

Prueba BMW 630d xDrive GT: cambio de escala

Prueba y opiniones por Gaby Esono

Cada marca interpreta a su manera lo que debería ser un GT. Gran Turismo sirve tanto para definir un atractivo y prestacional coupé de cuatro plazas como para posicionar a una versión en la parte alta -no necesariamente top- de la oferta de un modelo.

Entre ambas posibilidades, la gama de grises es prácticamente infinita y, aunque tengo la sensación de que ya no se abusa de esta denominación como antaño lo cierto es que, cuando uno se encuentra con estas siglas, a priori no se sabe lo que se va a encontrar.

BMW 630d xDrive GT

Para su anterior generación de berlinas, el Serie 3 y el Serie 5, BMW multiplicó notablemente su oferta desarrollando nuevas carrocerías sobre sendas plataformas. Así, a las tradicionales berlina y familiar (Touring) les añadió una tercera, de 5 puertas, que convino en identificar como GT.

Siguió la misma estrategia para los dos modelos que, además, desdobló claramente: las carrocerías más «emocionales» del Serie 3 y del Serie 5, es decir, el Coupé y el Cabrio, pasarían a ser Serie 4 y Serie 6.

BMW 630d xDrive GT

Con este segundo estaba claro, porque ya venía haciéndose así desde hace más de 10 años, pero la nomenclatura Serie 4 fue una absoluta novedad, como lo fueron las atractivas carrocerías Gran Coupé para ambos modelos, de 4 puertas sin marco, con los que hacen frente a los CLS de Mercedes-Benz y los Audi A5 Sportback o A7 Sportback.

BMW 630d xDrive GT

La cuestión es que, visto que los GT de BMW son «algo más» que la carrocería digamos práctica de sus berlinas homólogas, parece que la firma bávara ha querido aprovechar el notable salto tecnológico dado en su actual generación de modelos para posicionar a sus «4 puertas más portón» un punto por encima.

Por eso, el BMW Serie 6 GT puede considerarse la evolución directa del anterior Serie 5 GT. Y como tal voy a tratar a este BMW 630d xDrive GT.

Vivimos en una época en la que cualidades como la entrega de potencia o el comportamiento dinámico parece que pesan menos en la decisión de compra. Ahora es importante que los coches transpiren tecnología, y este BMW 630d xDrive GT es un muy buen ejemplo de ello.

BMW 630d xDrive GT

La consola central, tan diáfana como suele en las creaciones de la firma bávara en los últimos tiempos, no ahorra sin embargo botones para gestionar una serie de funciones que marcan el talante de los BMW de hoy.

Para entender a qué me refiero tenemos el iDrive, el mando giratorio que casi todos han acabado copiando. Otro detalle en este sentido, más importante si cabe en este apartado sobre las sensaciones al volante, es el botón de los modos de conducción.

BMW 630d xDrive GT

BMW, que para mí ya era la que mejor había resuelto este aspecto, ha ido un paso más allá. Primero, porque ahora dicho botón te permite acceder al que modo que deseas (Sport-Comfort-Eco Pro) con una sola pulsación. Un motivo menos de distracción al volante.

Y segundo, porque se ha incorporado una nueva función opcional, Adaptive, que como su nombre indica hace magia adaptando los principales parámetros del coche tanto a tu conducción como al estado de la carretera.

Asociado a la suspensión neumática, es muy impresionante ver cómo este BMW Serie 6 GT se transforma sin que te des cuenta de esplendorosa berlina de lujo, con una ejemplar capacidad de filtración de las irregularidades, a deportivo sin complejos, que no le hace ascos a las curvas enlazadas de una buena vía rápida.

BMW 630d xDrive GT

Sin duda, su motor diésel -sí, diésel, ¿qué pasa?- BMW TwinPower Turbo ayuda lo suyo en este sentido. Este propulsor de seis cilindros en línea, 2.993 cc y turbo de geometría variable alcanza en esta ocasión los 265 CV de potencia a 4.000 rpm y, sobre todo, un par motor de 620 Nm, disponibles entre las 2.000 y las 2.500 rpm.

Traducido a sensaciones, la impresión es de un gran empuje en cualquier circunstancia. Que sales de un semáforo: el primero. Que adelantas a un 6 ejes en pleno subida a un puerto de montaña: el camionero te habrá perdido de vista antes de la siguiente curva.

Volante BMW Serie 6

Lo cierto es que no deja de sorprenderme la capacidad de esta mecánica para lanzar a velocidades de vértigo cualquier carrocería en la que la monten, incluso en generaciones anteriores como la de la prueba del BMW 730d o la del BMW 335d.

En este caso, además, añadiendo a la caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades (una delicia de rapidez, suavidad y eficiencia, como siempre) el eficaz sistema de tracción total inteligente xDrive.

Que sí, aporta un plus de seguridad, pero también representa un lastre de 55 kg (hasta un total de 1.900 kg según norma DIN), más los rozamientos inherentes al propio sistema de transmisión.

Esto, que en línea recta y en vías rápidas no representa ningún problema (la mayor capacidad de tracción compensa el incremento de peso), cambia de tercio cuando llegan las curvas cerradas.

Llave BMW

Se dejan atrás las maneras de dragster y se ponen delante -y de qué manera- los andares de berlina grande, cómoda, asentada y segura, pero menos ágil de lo que recordaba en modelos anteriores de la marca.

Esto también tiene, a mi parecer, cierta repercusión en los consumos. La marca ha conseguido homologar una media de consumos de 6,9 l/100 km y de emisiones de CO2 de 182 g/km, con los neumáticos de serie.

Nada más entrar, dos grandes pantallas te dan la bienvenida y anuncian el aluvión de informaciones que vas a recibir durante la conducción. Atrás quedaron los salpicaderos en los que los indicadores -analógicos-de presión y temperatura de aceite y presión del turbo señalaban que estabas en un coche muy especial.

Salpicadero BMW Serie 6 GT

Ahora, una de las mil pantallas (perdona la exageración) de la consola central te indica la potencia, el par motor y la fuerza G. Está divertido como curiosidad, una vez, pero desconozco su utilidad como herramienta para conocer el estado de la mecánica y tomar decisiones al volante.

Techo panorámico BMW Serie 6 GT

Tampoco acabo de ver clara la utilidad de funciones como el control gestual. Es gracioso subir o bajar el volumen de la radio moviendo la mano en círculo, pero ya.

Dicho todo esto, el BMW Serie 6 GT es un auténtico transatlántico. No ya tanto por sus generosas dimensiones (supera los 5 metros de largo y los 1,9 metros de ancho) sino por cómo ese tamaño se convierte en confort de altísimo nivel para cuatro ocupantes.

Podría haber sido para cinco, pero como es habitual en muchas berlinas alemanas la plaza central trasera, aun siendo plenamente utilizable, no tiene un diseño tan ergonómico como las laterales.

En todo lo demás, esta berlina de 4 puertas y portón merece un 10. Calidad sin tacha de materiales y acabados, posición adecuada de todos los mandos, climatización idónea en cualquier circunstancia. Vamos, que está listo para entrar a vivir.

El precio en España del BMW 630d xDrive GT empieza en 67.100€. Al añadirle el acabado Luxury Line nos colocamos 70.769 €, en los que BMW incluye faros antiniebla de LED, la línea cromada del exterior, llantas de 19 pulgadas, tapicería de cuero, el ajuste del respaldo de los asientos traseros o la moldura de madera en el salpicadero.

BMW Serie 6 GT

Si con esto no nos basta, las llantas de 20″ con neumáticos más anchos detrás salen en este caso por 805 € pero, sobre todo, hay que prestar atención a los diferentes paquetes de equipamiento.

La unidad de pruebas los montaba todos: Paquete Innovation (2.500 €), que incluye el Head-up display, el Parking Assistant Plus, la llave inteligente (muy tecnológica pero cuya batería recargable no parece durar más que la de un móvil) y el peculiar control por gestos; Paquete Travel (2.200 €), que incorpora varias tomas de 12V, persianas eléctricas traseras y el techo de cristal panorámico; el Paquete Safety (2.600 €), compuesto por el Driving Assistant, faros de LED adaptativos y la protección activa; y Paquete Comfort Plus (2.483 €) con calefacción para los asientos delanteros y traseros (para estos son 473 € más), regulación lumbar en asientos delanteros y asientos confort delanteros con reglaje eléctrico (otros 1.089 €).

Mágico resulta el Executive Drive, que combina la suspensión neumática y las barras estabilizadoras activas más la dirección activa integral (opción obligatoria si se selecciona este sistema) con la información del estilo de conducción, el navegador para adaptarse a la carretera y proporcionar el mayor confort. Su precio, 6.095 €.

El BMW 630d xDrive GT es un claro ejemplo de cómo la firma bávara ha posicionado un punto por encima a esta carrocería de 5 puertas.

Y luego están los equipamientos más mundanos, como la preparación para Apple CarPlay (355 € que, por cierto, en BMW es la única marca en la que he visto que esta conexión puede ser inalámbrica).

En resumen, el coche que ves en las fotos cuesta supera holgadamente los 100.000 € a poco que quieras aprovechar los avances tecnológicos que BMW pone a tu disposición.

FICHA TÉCNICA BMW 630d xDrive GT
Motor 3.0 TwinPower Turbo
Combustible Diésel
Número de cilindros/cilindrada (cc) 6 en línea / 2.993
Nº de válvulas por cilindro 4
Diámetro x carrera (mm) 90,0 / 84,0
Relación de compresión 16,5
Potencia máxima CV (kW) /rpm 265 (195) / 4.000
Par máximo Nm/rpm 620 / 2.000-2.500
Alimentación Inyección directa common-rail, turbo geometría de admisión variable
Tracción Total inteligente xDrive
Caja de cambios Automática Steptronic de convertidor de par, 8 marchas
Consumo medio (l/100 km) 6,9 (7,6)
Emisión CO2 (g/km) 182 (199)
Velocidad máxima (km/h) 250
Aceleración 0-100 km/h (s) 6,0
   
Medidas BMW 630d xDrive GT (mm) berlina 5 puertas
Longitud 5.091
Batalla 3.070
Anchura 1.902
Altura 1.540
Peso DIN/UE 1.880/1.955
Capacidad maletero 610/1.800

Mi sentencia

Sé el primero en comentar