¿Por qué el Mercedes-AMG GT cuesta 141.800 euros?

Mercedes ha puesto precio a su nueva estrella, el Mercedes-AMG GT, por el que pide entre 141.800 y 181.170 euros según versión y cuyas primeras unidades llegarán a los concesionarios a partir de marzo de 2015.

Mercedes-AMG GT en el Autódromo de Terramar ©Mercedes

Las formas de esta joya delatan sin ningún género de dudas las intenciones de la firma alemana: van a por el Porsche 911. «Muchos otros lo han intentado», advierten sus paisanos, acostumbrados a que marcas de todo tipo y condición desarrollen cada cierto tiempo deportivos que igualan -y en no pocas ocasiones superan- las prestaciones del sempiterno ‘todo atrás’ germano.

Mercedes-AMG GT en el Autódromo de Terramar ©Mercedes

Pero hasta ahora ninguno ha sido capaz de desplazar al ‘nueveonce’, que mantiene la concepción original desde que fue creado, hace más de medio siglo, responsable de un carisma del que ningún otro modelo del mercado puede presumir.

Ocurre, no obstante, que Mercedes, Daimler en realidad, no es un fabricante cualquiera, por eso conviene estar muy atentos a la evolución de las ventas de uno y otro en los próximos años. De todas formas, de momento el planteamiento meramente comercial del Mercedes-AMG GT es, con todos los matices necesarios en un coche de más de 140.000 euros, bastante modesto.

Interior del Mercedes-AMG GT ©Mercedes

Interior del Mercedes-AMG GT ©Mercedes

Interior del Mercedes-AMG GT ©Mercedes

Tres versiones, con dos variantes de potencia sobre una misma carrocería, no son lo que se dice una oferta amplia. Insisto, de momento. También llama la atención que se haya puesto muchísimo cuidado en colocar a este deportivo exactamente en el hueco que el 911 deja libre. Los 462 CV del GT y los 510 CV del GT S están a medio camino entre lo que ofrecen las versiones GTS (430 CV) y Turbo (520 CV) del bóxer de Stuttgart.

Mercedes-AMG GT en el Autódromo de Terramar ©Mercedes

Y lo mismo se puede decir de los precios, porque el 911 GTS Coupé con el cambio PDK es unos 1.800 euros más barato, mientras que su hermano sobrealimentado supera algo más de 5.000 euros el importe de tarifa de la versión más radical del biplaza de la ‘nueva’ marca Mercedes-AMG. De modo que sí, la firma de la estrella tiene claro hacia donde está apuntando, pero de momento está actuando como si hubieran firmado un pacto de caballeros.

Claro que los ingredientes con que cuenta de partida dan para romper cualquier acuerdo cuando les apetezca. Su concepción de coupé clásico, con motor delantero montado en posición longitudinal y con el cigüeñal apuntando al eje trasero permite ofrecer un reparto de pesos mucho más equilibrado. Más propio de los tiempos que corren son la construcción ligera con utilización masiva de aluminio y el propulsor, de nuevo desarrollo. Se trata de un AMG V8 biturbo de 4,0 litros construido a mano, con engrase por cárter seco (imprescindible para asegurar la lubricación especialmente en momentos de altas aceleraciones laterales) y los dos turbos montados entre las dos bancadas para mejorar su compacidad. El cambio, montado en modo Transaxle, es de doble embrague con siete velocidades.