Prueba realizada por Gaby Esono
Una de las cosas que más me llamaron la atención cuando empezó el goteo de noticias acerca de la tercera generación del Mazda6 es que, si hacías una lectura en diagonal de las mismas, se trataba de una propuesta muy poco original en comparación con sus predecesores.
Me explico: estética muy diferente y rompedora respecto a la del resto de conservadoras berlinas del segmento D; muy buen comportamiento dinámico; y una gama de motores solvente. Vamos, lo que ya habían hecho antes.
Lo que ocurre es que no es lo mismo hacer esto una vez que repetirlo una segunda. Y mejorarlo una tercera ni te cuento.
Porque ésa es la impresión que me causó el nuevo Mazda6 cuando lo vi el pasado fin de semana, en la presentación que la marca organizó para sus concesionarios y clientes en el Hotel Meliá Golf Vichy Catalán, una “fiesta privada” en la que pude colarme gracias a Linkcar, su representante en Sant Boi de Llobregat.
Liberado de los focos y los muros de un salón como el de París, donde hizo su estreno la carrocería Wagon, pude olvidarme de la costumbre que tienen las marcas de perderse en conceptos abstractos para explicar que, simplemente, han querido hacer un coche bonito y claramente distinguible del resto del tráfico. De eso va el lenguaje de diseño Kodo (algo así como “alma en movimiento”…) que trata de emular la silueta de un leopardo.
Sea como sea, se trata de un automóvil que, al menos en su variante de cuatro puertas, calcada del concept Takeri, entra por la vista, más incluso de lo que lo hace el Mazda CX-5, primer ejemplo de esta filosofía.
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Si eres un lector habitual de Cochesafondo.com, sabrás que el Mazda6 no es un coche extraño para nosotros. Probamos dos unidades de la anterior generación, que al repetir carrocería y motorización, nos permitieron comprobar cómo era el Wagon diésel de 163 CV antes y después del restyling.
Por eso asocio a este coche un comportamiento muy dinámico que, sin convertirlo en un vehículo incómodo, se encuentra más en su salsa cuanto más revirado es el tramo.
Con esta nueva generación, en el que ha implementado profusamente la filosofía Skyactiv en el desarrollo del chasis, carrocería, motores y transmisiones, se ha tratado de mejorar su agilidad y, al mismo tiempo, lograr un mayor aprovechamiento del combustible.
De este último detalle sólo puedo remitirme a las cifras declaradas por la marca que, en el caso del motor Skyactiv-D 2.2 de 150 CV con el cambio manual, se quedan en unos extremadamente frugales 3,9 l/100 km en el ciclo combinado. Optimista o no, se trata de un dato a tener en cuenta cuando no te dedicas a lo que invita a hacer esta mecánica: exprimirla hasta el final de la zona roja.
Y es que su sonido, que no sugiere en absoluto que se trate de un diésel, resulta un estímulo comparable a su capacidad de seguir empujando más allá de las 4.500 rpm en las que tiene establecida la potencia máxima. De hecho, la velocidad que alcanza en 4ª cuando superas las 5.000 rpm (de verdad que las supera…) sugiere que a poco que seas cuidadoso con el acelerador y practiques una conducción eficiente, a velocidades legales será posible rondar los valores de consumo oficiales.
Hubo pocas curvas en el recorrido, pero las suficientes para intuir que el comportamiento de este Mazda6 vuelve a estar entre lo mejorcito de su segmento. Con un peso en orden de marcha que va entre los 1.375 y 1.450 kg (según motor y carrocería), estamos hablando de una masa de utilitario oculta bajo la estampa de una berlina de 4,87 metros (lo mismo que un Mercedes-Benz Clase E, por ejemplo).
El guiado de las ruedas delanteras es ejemplar, mientras que las traseras acompañan sin rechistar cuando se trata de jugar con los cambios de peso. Sin llegar a ser un comportamiento de deportivo, porque con una distancia entre ejes de 2.830 mm (2.750 mm el familiar) no se puede pretender tener un kart entre manos, sí permite desplazarte con él con una alegría poco habitual entre los coches de su segmento, siempre contenida, eso sí, por un control de estabilidad bien tarado y poco intrusivo.
El coche entra por la vista y se conduce que da gusto, pero la auténtica sorpresa llega cuando se sientas dentro y ves el salto que la marca ha dado en cuanto a calidad percibida.
Plásticos de tacto blando pero firme se combinan con unos buenos ajustes, aunque el diseño del conjunto se ve penalizado por un display central que resta homogeneidad al conjunto.
El incremento de dimensiones de este Mazda6 respecto a su predecesor, que medía 10 cm menos, ha tenido una repercusión diferente en función de la carrocería.
La mayor batalla del sedán (115 mm más que la anterior generación) tienen un claro reflejo en el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras, en la que pueden viajar sin problemas tres adultos bien alimentados.
En el familiar, en cambio, se ha optado por incrementar el voladizo posterior, con lo que el volumen del maletero llega a los 522 litros, apenas 3 litros más que el anterior SW, pero bastantes más que los 489 litros con los que cuenta la berlina, cuya boca de carga es además pequeña y muy elevada. No es, sin embargo, una cifra modesta si la comparamos con los 460 litros que declara SEAT para el Exeo.
Mazda está desplegando desde el principio de su comercialización toda su gama de versiones, que combina la carrocería Sedán y el Wagon (ya no hay un 5 puertas) con cuatro motores, dos gasolina Skyactiv-G (2.0 de 145 CV y 2.5 de 192 CV) y otros tantos diésel Skyactive-D (2.2 de 150 CV y 175 CV).
Hay, asimismo, dos niveles de acabado: el Style incorpora de serie climatizador bizona, control de crucero, radio-CD con Bluetooth, llantas de aleación de 17 pulgadas, el asistente de frenada en ciudad o el freno regenerativo i-ELOOP (desconecta el alternador en las aceleraciones y recarga la batería al frenar, salvo en el gasolina de 145 CV).
Versiones | P.V.P. |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.0 l. 145 CV MT Style | 27.180€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.5 l. 192 CV AT Luxury | 36.000€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.2 l. 150 CV MT Style | 29.430€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.2 l. 150 CV AT Style | 31.430€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.2 l. 150 CV MT Luxury | 32.980€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.2 l. 150 CV AT Luxury | 34.980€ |
Mazda6 Sedán/Wagon 2.2 l. 175 CV AT Luxury | 37.630€ |