Desarticulado el equipo nipón, Peterhansel y Cottret desembarcaron el pasado año en X-raid, preparador alemán que cuenta con el apoyo de BMW para hacer correr, con muy buenos resultados, a los veteranos pero competitivos BMW X3 CC. El territorio suramericano, sin embargo, se le resiste los franceses, que en las dos ediciones disputadas en las pistas de Argentina y Chile no han conseguido aún subir al podio. En cualquier caso, en el Dakar 2011, la tropa de X-raid está formada por otras 6 unidades más entre las que se encuentra el Mini All4 Racing gobernado por Guerlain Chicherit y Michel Périn.
La otra pareja a tener en cuenta son el qatarí Nasser Al-Attiyah y su copiloto Timo Gottschalk. Los compañeros de equipo Sainz siempre muestran un carácter combativo al volante, y no acostumbran a dar ni un kilómetro por perdido. Una prueba de ello la dio Al-Attiyah durante el Dakar 2010, al recorrer, en la penúltima etapa, más de 30 kilómetros con el pedal del acelerador pisado a fondo… No muy distanciados de los tres favoritos se encuentran Giniel de Villiers y Dirk con Zitzewitz, vencedores con Volkswagen en 2009, y el cuarto dúo del equipo alemán, Mark Miller y Ralph Pitchford.Con esta escuadra y con las mejoras introducidas en su montura, el objetivo no puede ser otro que «lograr el triunfo por tercera vez consecutiva», asegura Kris Nissen, director de Volkswagen Motorsport.
Nani Roma, por su parte, ha mostrado en varias ocasiones su satisfacción por haber encontrado, a última hora, una montura competitiva para hacer frente al Dakar 2011. El equipo belga Overdrive ha proporcionado al ganador en motos en 2004 y tercero en coches en 2006 un Nissan Navara que, si bien está a cierta distancia de los coches alemanes, los 300 CV que entrega su motor V6 de gasolina VQ40 deberían permitirle mantener un ritmo muy cercano a los de cabeza.
La carrera se disputará durante 15 días, entre el 1 y el 16 de enero, en los que los participantes deberán recorrer los Andes en dos ocasiones, con altitudes de hasta 4.700 metros y pistas rápidas con grava y suelo duro.
Esta edición, además, cuenta con etapas localizadas más al norte, con lo que es de esperar mayores contrastes de temperaturas. El desierto de Atacama es, sin embargo, el espacio que mejor define la dureza del Dakar. La organización ha dispuesto allí 6 especiales, de las 14 que componen el rally, sobre las dunas de fina arena.
A las dificultades habituales de la carrera, la ASO ha añadido una más, que atañe especialmente a la navegación. En esta ocasión, los copilotos tendrán que ajustar mucho más que antes el guiado, ya que los dispositivos GPS, que antes marcaban los puntos de control de paso con un margen de 3 kilómetros de radio, ahora lo harán con tan sólo 800 metros.Inicialmente se había propuesto un radio de 400 metros pero, como dice Dirk von Zitzewitz, «para los equipos aficionados o, aún más complicado, para los motoristas, que tienen que conducir y navegar al mismo tiempo, este margen habría resultado demasiado corto. Probablemente se habrían perdido y luego habrían tenido que volver atrás, provocando tráfico en sentido contrario».