El Range Rover, el modelo más lujoso y acaso más emblemático de Land Rover, vuelve a renovarse apenas dos años después de celebrar el 40 aniversario de este modelo, el primer todoterreno de lujo y referencia en su segmento.
Pese a ello, la firma británica es consciente de que los tiempos están cambiando y que ya no basta con llamar SUV a su 4×4 para hacer frente a la nutrida competencia, en especial los BMW X5, Lexus RX 450h y Mercedes-Benz ML, y para esta nueva generación, la cuarta, se han redefinido por completo gran parte de sus características.
La primera y fundamental se encuentra en su chasis monocasco de aluminio, uno de los principales responsables, junto a las nuevas arquitecturas de las suspensiones en ambos ejes del mismo material, de que se haya conseguido rebajar el peso del conjunto 420 kg respecto a su predecesor, motivo más que suficiente para esperar que sea más eficiente y dinámico incluso que el Range Rover Sport (aquí encontrarás la prueba que le hicimos).
También se ha rediseñado el sistema de regulación neumática de la suspensión, que es de esperar que tenga unos recorridos similares y autorice ángulos de ataque y salida al mismo nivel de lo conocido hasta ahora, aunque donde la marca asegura que se ha ganado sustancialmente es en estabilidad y agilidad (en carretera).
En cualquier caso, para asegurar que sus cualidades fuera del asfalto permanecen intactas, el nuevo Range Rover contará con la última generación del Sistema Land Rover Terrain Response, que analiza las condiciones del terreno y adapta su configuración en consecuencia, mientras que la oferta de propulsores estará compuesta por diversas variantes V8 de gasolina y los diésel TDV6 y TDV8.
El público podrá tocar el nuevo Range Rover L405 durante el próximo Salón de París, que abrirá sus puertas del 29 de septiembre al 14 de octubre de 2012, pero desde el 6 de septiembre podrán hacerse pedidos de este modelo, cuyas primeras unidades llegarán a los concesionarios a partir de principios de 2013.