©Red Bull
Los japoneses de Polyphony Digital llamaron un día a los actuales campeones del mundo de Fórmula 1 y preguntaron: «
Si un día construyerais el coche más rápido del mundo, un coche que pasara por encima de cualquier restricción del reglamento deportivo ¿qué aspecto tendría? ¿Cómo se comportaría sobre el asfalto? ¿Cómo sería conducirlo?«
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La respuesta a todas estas preguntas es el Red Bull X1 Prototype, un monoplaza desarrollado utilizando la tecnología empleada en la Fórmula 1 y con la ayuda del responsable técnico de Red Bull Racing, Adrian Newey, exclusivamente para el mundo virtual, concretamente para los circuitos de Gran Turismo 5.
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Sobre el papel, o mejor dicho, sobre los bits, el Red Bull X1 Prototype sería imbatible para cualquier artefacto con ruedas del mundo real. Derivado del actual campeón del mundo de Fórmula 1, monta un motor de inducción forzada que entrega cerca de 1.500 CV a 15.000 rpm, que le permitía inicialmente alcanzar los 400 km/h y soporta fuerzas laterales de 6G.
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Todo eso antes de que Adrian Newey propusiera recuperar el efecto suelo prohibido en la Fórmula 1 a finales de los 70, con lo que las fuerzas laterales soportadas por el X1 ascendieron a 8G (al límite de la resistencia del cuerpo humano) y la velocidad máxima a 450 km/h.
«El resultado ha sido emocionante» reconoce el propio Adrian Newey. «El X1 habla de evolución. Es la combinación ideal entre tecnologías que ya conocemos, pero integradas en un único diseño. Este sería el futuro de las carreras si no hubiera límites impuestos por las regulaciones, un futuro alcanzable hoy en día«.
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