Apenas hace unos meses que SEAT anunciaba en el Salón de Ginebra que había aniquilado el récord de Nürburgring. Con Jordi Gené a los mandos, el SEAT León Cupra con el Pack Performance opcional (suspensión, frenos y neumáticos específicos) consiguió lo que nunca antes un coche de serie con tracción delantera había logrado: bajar de los 8 minutos en el Infierno Verde.
Pues bien, en Renault, los anteriores poseedores del récord, parecen habérselo tomado como algo personal y han tomado cartas en el asunto. Porque si con el Renault Mégane RS Trophy ya habían demostrado más que de sobra que su compacto es uno de los más efectivos del mercado, parece que quieren darle una despedida a la altura de su rendimiento. Aunque quizá se haya llegado demasiado lejos.
La gente de SEAT empezó primero, porque el coche que se salió en el Nordschelife de Nürburgring todavía no está en los concesionarios. Pero a Renault tal vez se le haya ido un poco la mano, ya que para recuperar lo que consideran suyo han creado un coche prácticamente de competición, del que sólo saldrán a la calle 250 unidades.
Desarrollado por Renault Sport y producido en la fábrica de Palencia, este Renault Mégane RS 275 Trophy-R (con «R» de ‘récord’, parece ser) ha sido sensiblemente aligerado, 101 kg menos, a base de eliminar materiales sobrantes como, por ejemplo, los asientos traseros. Para compensar, delante han montado unos baquets monocasco Recaro Pole Position de policarbonato, con un cinturón de 3 puntos para el día a día y un arnés de 6 puntos para «después de trabajar».
Una ligera batería de ion litio reemplaza a la tradicional de plomo-ácido y, a partir de aquí, hay que buscar entre fabricantes de componentes de competición para entender de qué estamos hablando: amortiguadores Öhlins Road&Track regulables; línea de escape Akrapovic de titanio; y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. Pero la preparación va más allá, ya que este Mégane, del que por cierto sólo 250 unidades verán la luz, va equipado con unos frenos de disco compuestos de acero y aluminio de 350 mm y 28 de espesor, ocultos bajo unas llantas Speedline de 19 pulgadas.
Con todo ello, los 275 CV del motor 2.0 turbo del Renault Mégane RS Trophy han bastado para lanzar a esta evolución a la caza del récord de Nürburgring, establecido por Laurent Hargon, piloto de Renault Sport, en 7’54″36, 4 segundos más rápido que el obtenido por Gené.