Renault ha realizado diversas mejoras en la gama de su compacto centradas, fundamentalmente, en reducir el nivel medio de emisiones de sus propulsores. Para ello, entran en la familia tres nuevos motores: para empezar, un inédito Energy TCe 115, que sustituye al veterano 1.6 16V y combina cilindrada contenida (1.197 cc), inyección directa y sobrealimentación para conseguir una media de consumos de 5,3 l/100 km, con unas emisiones de CO2 de 119 g/km.
Situado en la zona baja de la oferta del Renault Mégane, este TCe compartirá cartel con un rediseñado Energy dCi 110. Respecto al anterior, que en Cochesafondo probamos asociado a la transmisión de doble embrague EDC, cuenta con una nueva arquitectura de la zona de admisión, turbo de geometría variable e inyectores piezo-eléctricos de 7 orificios con boquillas ANI, que distribuyen el chorro individualmente para compensar el descentrado propio de los inyectores en los motores de dos válvulas por cilindro.
Una válvula EGR de baja presión le permite recuperar los gases de escape a una temperatura inferior, mientras que la bomba de aceite tiene una gestión electrónica y termostato. El objetivo, reducir los consumos y emisiones al mínimo, que se han establecido en el Mégane en 3,5 l/100 km y 90 g/km de CO2, respectivamente.
La otra novedad mecánica del compacto galo la representa el esperado 1.6 dCi de 130 CV que la Alianza Nissan-Renault está extendiendo a lo largo y ancho de sendas gamas. Estrenado en el Scénic, este bloque de 1.598 cc y cotas cuadradas ha servido de base para las mejoras del 1.5 dCi 110. A día de hoy, se mantiene como el diésel más potente de su cilindrada, y aporta además unos sobresalientes 320 Nm de par motor. Sustituto del 1.9 dCi 130 que probamos en el anterior Mégane, con el Energy dCi 130 se ven reducidos los consumos en un 20% (ahora 4,0 l/100 km) y las emisiones se quedan en 104 g/km.
Las modificaciones en el exterior son especialmente evidentes en el frontal, que estrena paragolpes con detalles pintados en negro brillante e iluminación diurna de LED integrada en los faros, aunque con diseños específicos para el coupé por un lado, y para la berlina y el familiar Sport Tourer por el otro.
En lo que se refiere al equipamiento, entre las novedades destacadas el nuevo Mégane incorpora el sistema Visio System estrenado en los Scénic y Grand Scénic que, a través de una cámara instalada en el parabrisas, gestiona la activación automática de las luces de carretera y la alerta de salida de carril.