Rolls-Royce Cullinan: el mayor diamante sobre ruedas
El cambio de paradigma que ha supuesto la irrupción masiva de los SUV en el mundo del automóvil alcanza, con el nuevo Rolls-Royce Cullinan, su mayor hito hasta la fecha.
Anunciado por la firma británica hace tres años en exclusiva en las páginas de The Financial Times, su primer «coche elevado» (en su comunicado en inglés lo denominan high-sided car, evitando así las etiquetas SUV o crossover), se trata del primer coche que propondrá unos niveles de lujo y refinamiento en lo más alto del panorama automovilístico, tras el lanzamiento del Bentley Bentayga, aunque Rolls-Royce pretende mantenerse un peldaño por encima de los productos de Crewe.
No en vano Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de Rolls-Royce, afirma que el Cullinan es un coche de una «perfecta calidad y preciosismo, y una presencia que recalibra la escala y las posibilidades del lujo auténtico». Ahí es nada. Y es que la elección de su nombre trata de establecer una analogía con el Cullinan, el diamante conocido de mayor tamaño.
Para que dicha comparación esté a la altura de las expectativas, los ingenieros de la marca han puesto a prueba los prototipos de este SUV en todo tipo de escenarios, desde los desiertos de África y Oriente Medio hasta el Círculo Polar Ártico, pasando por las Highlands de Escocia o los cañones de Norteamérica.
Rolls-Royce no ha desvelado detalles de su próximo modelo, aparte de que será el segundo en utilizar el chasis de aluminio denominado ‘Architecture of Luxury’, estrenado en el Rolls-Royce Phantom. La marca, de hecho, señala esta estructura como el primer rasgo diferencial respecto a otros fabricantes de coches de superlujo, ya que se trata de un bastidor desarrollado en exclusiva para los modelos de Rolls-Royce, que construirá sus futuras creaciones alrededor de esta estructura, independientemente del segmento de cada coche.