No contentos con eso, y conscientes de la importancia que tiene en la actualidad el respeto medioambiental, el Supersports se ha convertido en el primer FlexFuel de Bentley, capacitado para utilizar indistintamente gasolina y biocombustible E85.
Esto ha sido posible gracias a la incorporación de un sensor de calidad del combustible en el circuito de alimentación que detecta en tiempo real la proporción de gasolina y bioetanol. De esta manera, la centralita del motor inicia instantáneamente la cartografía de la inyección y el encendido.
Con esa ventaja, se permite el lujo de declarar una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,7 s, y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 329 km/h.
La transmisión automática ZF 6HP26, reforzada y revisada, cuenta con sistema Quickshift y ha visto reducido a la mitad el tiempo que tarda en cambiar de marcha. Este cambio traslada la potencia del motor a las cuatro ruedas, que tienen un reparto del par motor del 40% delante y 60% detrás para reducir el subviraje y, tal como aseguran desde la marca, para una mejor modulación y actitud cuando se trata de «dirigir con el acelerador».
El control de esta musculosa criatura no se limita al conjunto propulsor-cambio-transmisión, sino que los componentes del bastidor han sido retocados para la ocasión. Destacan, entre otros elementos, el sistema de amortiguación continua CDC (Continuous Damping Control), más eficaz, o la dirección de asistencia variable Servotronic.Todo ello se apoya en unos neumáticos Pirelli 275/35 ZR20 montados sobre unas llantas ultraligeras de 10 radios, dentro de las cuales se ocultan unos impresionantes discos carbo-cerámicos de serie.