La viabilidad de este prototipo se pone de manifiesto con su propulsor. Ahora que muchos fabricantes se animan a anunciar la venta de modelos 100% eléctricos a corto o medio plazo, Citroën se desmarca con un modelo que incorpora una mecánica híbrida recargable.
Esta tecnología cuenta, en la actualidad, con un desarrollo mucho más avanzado, que le permite ofrecer unas prestaciones similares a las de los vehículos con motores convencionales, y ofrecen en cambio un consumo inferior.
En el caso del Citroën Revolte, la marca francesa evoluciona el desarrollo del sistema híbrido del Grupo PSA Peugeot-Citroën, que combina la actuación de un motor térmico de pequeña cilindrada para el eje delantero con la de un motor eléctrico trasero que habilita una circulación sin emisiones.
Al contrario de los modelos híbridos del grupo de próxima comercialización, como el Peugeot 3008 Hybrid4, la prioridad la tiene el motor eléctrico y, por otro lado, la batería puede recargarse cuando el coche se encuentra estacionado.
Las medidas del Revolte ponen claramente de manifiesto su carácter urbano. Con 3,68 m de longitud y 1,73 m de anchura, las tres plazas de su interior han sido rodeadas de un ambiente de exclusividad, con una tapicería de cuero combinada con el terciopelo y detalles de aluminio.El equipamiento de confort, por otra parte, recibirá alimentación mediante las células fotovoltaicas que cubren el techo.