Pese a ello, sorprende ver cómo un hombre como Heinz Melkus fue capaz de crear en la RDA una marca de coches deportivos. Entre 1969 y 1979, bajo las severas condiciones de la política económica socialista, Melkus construyó nada menos que 101 unidades del RS1000, de las que actualmente se conservan unas 80, para orgullo de su creador.
Hoy, Peter y Sepp, hijo y nieto respectivamente del fundador original de la marca, la han hecho renacer para convertir en realidad el sueño del abuelo: crear un nuevo modelo que continuara lo que Melkus había empezado con el RS1000.Así pues, aunque la especialidad de la casa son el desarrollo, preparación y venta de coches deportivos de BMW, Mini, Lotus, etc., se pusieron manos a la obra para crear un deportivo con el sello de Melkus en el frontal.
En lugar de partir de cero, han preferido seleccionar el modelo en el mercado actual que más se acerca a la filosofía del Melkus original, y ése no es otro que el Lotus Elise. El nuevo Melkus RS2000 toma del deportivo británico el chasis y la base mecánica, un motor Toyota tetracilíndrico de 1,8 litros de capacidad y dispuesto en posición central. La distribución variable VVTL-i de las válvulas de admisión y escape y la aplicación de un compresor mecánico permiten elevar la potencia hasta los 270 CV a 7.800 rpm. El doble sistema de refrigeración de aceite y el intecambiador de calor se encargan de asegurar que el alto rendimiento se prolongue al máximo.
El cambio es manual de 6 velocidades y, junto a la ligereza del conjunto (también heredada del Lotus), le permite declarar una velocidad máxima de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos. El consumo es de 9,8 l/100 km.¿Qué es lo que tiene el RS2000 que lo haga único? La carrocería es preciosa y usa el recurso infalible de las puertas en forma de alas de gaviota, como el primer Melkus del que, por cierto, se está fabricando una limitadísima serie de unidades para nostálgicos radicales.