Partiendo de la carrocería familiar del Legacy, el fabricante japonés es capaz generación tras generación de ofrecer un producto que se separa del resto de la gama para ofrecer unas razonables aptitudes fuera de la carretera.
Protecciones en la carrocería, una altura incrementada y una distancia entre ejes rebajada no sólo cambian su estética, sino que además permiten a los más aventureros hacer ciertas incursiones en pistas con ciertas garantías.A estos valores Subaru le ha añadido como gran novedad el motor diésel 2.0 bóxer que lanzó el año pasado, con lo que el interés por este modelo en el mercado europeo sube varios enteros.