Redacción (Ginebra).-Todavía es un prototipo, pero que a nadie le quepa la duda de que este coche se comercializará más pronto que tarde, sobre todo tal y como se está moviendo la competencia premium de Audi en este sentido.
La respuesta de la firma de los cuatro aros está disfrazada de gran limusina, bajo cuya carrocería de aluminio se esconde un propulsor 2.0 TFSI de 211 CV unido a un novedoso cambio automático tiptronic de 8 velocidades.
Lo que lo hace novedoso, aparte del número de relaciones, es que su carcasa integra un motor eléctrico síncrono de excitación permanente, que entrega 45 CV.
La interacción entre éste y el TFSI, que combina la inyección directa con la sobrealimentación y la distribución variable Audi Valve Shift, permite al Audi A8 hybrid alcanzar una potencia máxima de 245 CV y un par motor de 480 Nm, suficientes para acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y lograr una velocidad máxima de 235 km/h.
El Audi A8 hybrid es un prototipo completamente híbrido, es decir, puede circular tanto con el motor de gasolina como únicamente con el eléctrico, o bien combinar ambos. La energía generada en las fases de retención y en las de frenada se aprovecha para recargar la batería de iones de litio.
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La capacidad del acumulador permite a la berlina de Audi circular sin emisiones durante dos kilómetros a una velocidad máxima de 65 km/h.
La ayuda eléctrica, por otra parte, se ha de percibir con claridad cuando se circula en carretera abierta, donde este modelo próximo a la serie puede con las enormes neumáticos (265/35 R 21) y alcanza unas recuperaciones de 60 a 120 km/h en 7,5 segundos.
A cambio, los consumos en el ciclo combinado son de sólo 6,2 l/100 km, equivalente a unos meritorios 144 gr/km de CO2, un 20% inferiores a la propulsión convencional.