©Cochesafondo
Redacción (Ginebra).- Los angulosos trazos de la silueta del CTS conceden, por sí solos, una personalidad muy definida al sedán americano, que con el motor V8 sobrealimentado de 564 CV y 747 Nm de par se convierte en una alternativa muy válida frente a la pléyade de modelos alemanes, británicos e italiano que tratan de abanderar la corriente de las prestaciones y el refinamiento todo en uno.
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Los 6.2 litros de capacidad del motor van directos al eje trasero bien a través de una caja manual de 6 velocidades, u opcionalmente con una transmisión automática de 6 marchas con levas en el volante.
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Para mantener bajo control toda su caballería, Cadillac ha dotado al CTS-V con la suspensión Magnetic Ride Control (MRC), que utiliza amortiguadores controlados por electroimanes, en lugar de las convencionales válvulas mecánicas, para adaptar su dureza de forma instantánea en función del estado de la carretera y de las exigencias de conducción.
En este mismo sentido trabajan las pinzas de freno de aluminio firmadas por Brembo, con 6 pistones delante y 4 detrás, así como los neumáticos Michelin Pilot Sport 2 montados sobre llantas de 19″.
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