Como especialista en 4×4, era inevitable que Mitsubishi aplicara un sistema de tracción total al nuevo ASX, aunque donde la firma japonesa pone más interés es en destacar la llegada de un motor completamente nuevo y desarrollo propio.
Se trata del 1.8 DI-D con inyección directa y turbo de geometría variable, al cual se ha asociado un sistema Automatic Stop & Go, que para el motor cuando se detecta que el coche se ha detenido, para lograr de este modo reducir los consumos y emisiones.
Con el ASX, Mitsubishi completa por abajo su oferta de vehículos con ciertas aptitudes off-road, en la que su modelo más pequeño hasta ahora era el Outlander.