Ubicado sobre el tren delantero, el motor eléctrico entrega una potencia equivalente a 102 CV y un par constante de 200 Nm. Con él, los 3,78 m de longitud de este coupé 2+2 se pueden mover con la agilidad que permite una aceleración de 0 a 50 km/h en 3,4 segundos, que se convierten en 9,4 cuando se trata de alcanzar los 100 km/h. La potencia constante, sin embargo, está limitada a 68 CV, del mismo modo que la velocidad punta lo está a 160 km/h.
Como viene siendo tradicional en las últimas creaciones de la firma de Martorell, la silueta deportiva del IBe tiene una correspondencia directa en el comportamiento dinámico del coche, que se apoya en una base singularmente ancha (1,80 m) y un centro de gravedad bajo (altura de 1,22 m), además de un peso que apenas alcanza los 1.000 kg.