Motores de última hornada, con la sobrealimentación y la inyección directa combinadas en varios de ellos, asegurarán unas prestaciones notables, a la espera de las versiones aún más potentes, a la vez que presumirán de niveles de consumos y emisiones contenidos. En ese sentido, la versión DRIVe con el propulsor turbodiésel 1.6 jugará un papel destacado.
Lo que no cambia es acento que la marca pone en la seguridad, que en el caso del nuevo Volvo S60 se destaca por elementos como el sistema de detección de peatones.