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Redacción (Madrid).- Muy pocos se habían atrevido a combinar los conceptos de coupé deportivo y sistema híbrido hasta la llegada del Honda CR-Z, y la firma japonesa ha sido la primera en plantear esta propuesta a gran escala.
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El CR-Z combina el sistema IMA de Honda con un motor de gasolina de 1.5 litros inédito en el mercado europeo y una transmisión manual de seis velocidades para ofrecer un consumo de combustible de entorno a 5.0 l/100 km y a su vez explotar todo el potencial del sistema híbrido.
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A diferencia del también híbrido
Insight, la transmisión manual es un elemento fundamental en la relevancia que los ingenieros de Honda querían dar al conductor cuando diseñaron el CR-Z. La potencia total de motor de combustión y el sistema IMA es de 124 CV con 174 Nm de par máximo, una cifra idéntica a la del Civic de 1.8 litros, aunque con 35 g/km menos de emisiones de CO2.
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La naturaleza propensa a las revoluciones del motor de capacidad media está reforzada por los 78 Nm de par adicionales que otorga el motor eléctrico de 14 CV, instalado entre el motor y el embrague, y que empuja especialmente a regímenes bajos y medios al estilo de un turbocompresor.
El CR-Z se ha dotado del 3-Mode Drive System con el fin de dar mayor libertad de elección al conductor modificando la respuesta del acelerador, la dirección, la climatización y el grado de asistencia suministrado por el sistema IMA.
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