©Cochesafondo
Redacción (París).- Si hay un adjetivo que se ajusta como un guante al Mini Countryman WRC, es espectacular. Entre la decoración, las enormes llantas y, sobre todo, los aditamentos aerodinámicos que pueblan la carrocería, el simpático crossover «british» se transforma en un aparato de apariencia totalmente radical. Seguro que más de uno pregunta por el precio.
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Pero el precio, naturalmente, está fuera del circuito comercial estándar. Mini va a volver a disputar competiciones internacionales de rallies y lo hará con dos aliados de gran peso específico: BMW Motorsport y Prodrive.
El motor que monta es el tetracilíndrico turboalimentado de la firma bávara, que en las versiones de calle es capaz de entregar más de 200 CV. Prodrive, por su parte, lleva desde finales de 2009 afinando el coche para hacerlo válido para la competición.
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El Mini Countryman WRC está configurado para participar en la categoría Super2000 del reglamento FIA, que establece una cilindrada máxima de 1.600 cc con turbo y tracción total y, además de Prodrive, que tiene previsto participar en algunas pruebas del Mundial de Rallies 2011, se producirá una serie de unidades para equipos privados, que tendrán ocasión de probarlo en entrenamientos que se llevarán a cabo este mismo otoño de 2010.
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