©Cochesafondo
Mucho tiempo ha tardado SEAT, catorce años nada menos, en desarrollar un sustituto completamente nuevo para su modelo de mayor tamaño, pero el resultado merece la pena. El nuevo SEAT Alhambra es, como su primo el Volkswagen Sharan que se presentó en el Salón de Ginebra, un coche que gana en todos los aspectos a su veterano antecesor.
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La calidad que se respira en el interior está varias generaciones por encima del anterior, con una calidad de ajustes sobresaliente y unos materiales que nada tienen que envidiar a los que presenta el monovolumen de la casa madre.
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También se ha invertido en inteligencia a la hora de diseñar el interior, que no sólo es más amplio, sino que también es más flexible y permite cambiar las configuraciones de los asientos y del maletero con más facilidad, hasta permitir un volumen de carga de 2.430 litros.
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A primera vista, parecería que la gama de motores del Alhambra es ya conocida en otros modelos de la gama de SEAT, con las siglas TSI y TDI diseminadas por toda la oferta. El 1.4 TSI de 150 CV, que convierte al Ibiza en todo un FR, pasa a ser el motor de acceso en el monocuerpo de la firma de Martorell, que tiene en el los 200 CV del 2.0 TSI con DSG de serie su representante mas prestacional. Los diésel, por su parte, serán las variantes de 140 CV y 170 CV del prolífico motor 2.0 TDI.
Estas cifras, ya conocidas en el resto del catálogo, ocultan una de las grandes novedades que presenta el Alhambra, como es la incorporación del sistema Start-Stop y el de recuperación de energía para todas las mecánicas excepto la más potente, con el fin de reducir los valores de consumos y emisiones homologados.
El SEAT Alhambra, cuya comercialización ha empezado ya, está disponible con dos niveles de acabado, Reference y Style, que incluyen, ya desde el más básico, ESP con estabilización de remolque y siete airbags. Este equipamiento se puede reforzar con faros bixenón, sistema de ayuda al aparcamiento que actúa sobre la dirección o climatizador trizona.
