Salón de Ginebra 2012: el turno de los compactos

La noche anterior a la apertura de puertas del 82º Salón Internacional del Automóvil y Accesorios Audi soltaba la liebre que había tenido enjaulada durante meses: el Audi A3, el polivalente premium de referencia, aunque solo sea porque fue el primero en apostar en serio por añadir un toque de distinción al segmento C, ya tenía formas definitivas para su tercera generación. Las versiones mostradas eran únicamente con la carrocería de 3 puertas, pero en pocos meses llegarán otras variantes, empezando por el Sportback.

En Mercedes-Benz lo han hecho justo al revés con el nuevo Clase A. Presentado inicialmente como un 5 puertas, en los meses venideros podremos ver lo cerca que la carrocería de 3 puertas está del Clase A Concept que presentaron hace ya un año. En cualquier caso, no se han andado con rodeos a la hora de motorizarlo, porque a la gama de propulsores estrenada por el nuevo Clase B el nuevo compacto de la firma de la estrella aporta un eficiente 1.6 de 115 CV por abajo para el A 180, y un 2.0 con su turbo y su inyección directa para el A 250, que con 250 CV se planta en el tope de la gama, además de recuperar el prolífico 2.2 turbodiésel de 4 cilindros para, con 170 CV, encabezar la oferta diésel.

De momento, la marca parece que no tiene previsto estirar más la potencia, para no perder el equilibrio entre prestaciones y comportamiento de este tracción delantera.

Renault también ha dado un punto de luz al salón con su nueva propuesta eléctrica, el Zoé, que por tamaño cabe enmarcar en el segmento de los polivalentes creciditos. Este cinco puertas es un Renault por los cuatro costados, porque aunque su silueta es mucho más futurista de lo habital en la firma, los interiores y tacto de los mandos evidencian quien lo ha parido.

Y, por otra parte, está la cuestión de la autonomía, un asunto en el que la Régie está empezando a tomar ventaja. Para este modelo aseguran que, en trazado urbano, se pueden recorrer sin problemas entre 100 y 150 km dependiendo de las condiciones ambientales, aunque la capacidad de la batería de ión-litio, en una situación ideal, se puede prolongar hasta los 210 km.

El que también es más polivalente que compacto es el SEAT Toledo Concept, un modelo del que los responsables de la marca nos han confirmado que montará motores “suficientes”, pero modestos.

Tecnológicamente se coloca más en la órbita del Ibiza que del León (de la misma forma que un Fiat Línea tiene más de Grande Punto que de Bravo), con lo que la firma española cubre las necesidades de quienes buscan un coche con perfil de berlina (por presencia o por buscar un buen maletero) pero no requieren una gran sofisticación. El esquema de suspensiones traseras de brazos tirados, por ejemplo, muestra que el equilibrio entre espacio interior y dinamismo tenderá más hacia el primero.

Los pequeños monovolúmenes se están constituyendo en otra buena alternativa a los compactos tradicionales. En los últimos tiempos se ha multiplicado la oferta en este subsegmento, que tiene en el nuevo Ford B-Max a su último y, probablemente, más adelantado representante. Su propuesta de puertas traseras correderas, inédita en un modelo de este tamaño en Europa, supondrá todo un dilema para quienes quedaron encandilados por las puertas que se abren en el sentido de la marcha del Opel Meriva.

Pero no todo han sido coches populares. Si con el Ferrari F12 berlinetta se despertaban algo más que emociones, no se puede decir que el stand de BMW fuera precisamente frío, con el BMW Serie 6 Gran Coupé compartiendo protagonismo con el BMW M6.

Mientras, no muy lejos de ahí, Jaguar exponía con orgullo el familiar del XF, apodado Sportbrake aunque, para ruptura de esquemas, la de Bentley, que poco antes de empezar el salón anunciaba el EXP 9 F, un SUV concept que, quién sabe, bien podría convertirse en el rival del Maserati Kubang, al que de momento ya aventaja en musculatura mecánica: han elegido el 6.0 W12 biturbo. Además, en Bentley están pensando en desarrollar también una variante híbrida.