Salón de Ginebra 2012: Volkswagen Golf GTI Cabriolet

¿Ha merecido la pena la espera? A esta pregunta tendrán que responder aquellos que hagan cola en los concesionarios para adquirir el último capricho de Volkswagen, porque 36 son muchos años los que han tenido que pasar para poder ver las letras GTI adheridas a la portezuela del maletero de un Golf Cabrio.

Lo que está garantizado, sin embargo, es que el Golf abierto más potente de la historia añade el placer de conducción inherente a la carrocería descapotable a las notables prestaciones del motor 2.0 TSI de 210 CV, aunque algo penalizadas por el incremento de más de 250 kg de peso respecto a la carrocería de tres puertas.

Disponible con cambio manual o con el recomendable secuencial DSG de doble embrague y 6 relaciones, el GTI Cabriolet acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos (cede 4 décimas respecto a las versiones cerradas) y alcanza una velocidad máxima de 237 km/h.

De esta manera, el Volkswagen Golf Cabriolet ofrece, por fin, una versión claramente prestacional y que, de paso, se queda prácticamente sola en el universo de los compactos convertibles, donde sus dos únicos rivales con techo de lona, el Audi A3 y el BMW Serie 1, están a punto de descatalogarse.