El gas (en sus diversas formas) puede que sea el gran tapado de la industria de la automoción para reducir el nivel de emisiones contaminantes antes de la llegada del coche eléctrico. Una señal inequívoca al respecto es que un fabricante como Audi haya presentado en el Salón de Ginebra una unidad del A3 Sportback capaz de circular indistintamente con gasolina y gas natural comprimido (CNG).
El Audi A3 Sportback g-tron hará su debut como modelo de producción a finales de 2013. El vehículo incorpora dos depósitos de 7 kg de CNG a 200 bares de presión bajo el maletero, aunque gracias a la aplicación de conceptos de construcción ligera a base de polímeros, fibra de vidrio y fibra de carbono, cada uno de ellos pesa apenas 27 kg.
Los depósitos están acoplados a un regulador electrónico de presión, encargado de la presión la presión del CNG antes de su llegada a los cilindros para su combustión, más baja para circular de forma eficiente, y más alta para obtener prestaciones. Cuando la presión en los depósitos de gas baja de los 10 bares, el sistema cambia automáticamente a gasolina.
En total, el Audi A3 Sportback g-tron posee una autonomía de 400 km a CNG y 900 km a gasolina. Como pasa con otro tipo de vehículos a gas, el motor arranca inicialmente con gasolina hasta que el circuito de gas ha alcanzado una determinada temperatura.
El motor de gasolina empleado en el A3 g-tron deriva del conocido 1.4 TFSI, al que se han introducido importantes modificaciones. Entrega 110 CV y 200 Nm de par que le permiten desarrollar una velocidad máxima de 190 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos. Los consumos se han establecido en 3,5 kg/100 km de CNG para unas emisiones totales de CO2 de menos de 95 gr/km.