La Ferrari, es decir, El Ferrari. Puede sonar pretencioso llamar así a un coche en una marca con la inmensa tradición de Ferrari, pero como ha asegurado Luca di Montezemolo, no le habrían puesto este nombre si el LaFerrari no fuera la máxima expresión de la excelencia tal y como saben entenderla en Ferrari.
No es la primera vez que la marca italiana crea una serie especial (en este caso, limitada a 499 unidades) para experimentar libremente y sin las restricciones que imponen por una parte las reglamentaciones de carreras y por otra las homologaciones para circular por carretera abierta.
El LaFerrari es el heredero directo de la experiencia acumulada en la Fórmula 1 con el desarrollo del HY-KERS, es decir, es un deportivo híbrido que emite 330 gr de CO2 por km y también puede circular de forma totalmente eléctrica y sin emisiones. La experiencia de la Fórmula 1 también han permitido incorporar en el deportivo un sistema de aerodinámica activa o, dicho de otro modo, un DRS.
Comenzando por el principio, el primer reto de los diseñadores de Ferrari consistió en conseguir un vehículo suficientemente compacto y con el reparto de pesos deseado (59% en el eje trasero) a pesar de tener que incluir los nuevos componentes del sistema híbrido. Para centralizar y bajar suficientemente las masas, se tuvo que diseñar un habitáculo con el asiento del conductor completamente fijo, de forma que es el volante y los pedales los que pueden variar su posición. En el chasis se emplearon hasta cuatro tipos diferentes de fibra de carbono, y elementos como los propios asientos y el compartimento de la batería forman parte del mismo.
Pero, en definitiva, el LaFerrari es el primer modelo híbrido de la historia de la marca. Combina el V12 de 6.262 cc del F12 Berlinetta llevado hasta los 800 CV a 9.250 rpm (un nuevo récord de capacidad de giro para un motor de esta cilindrada) con un motor eléctrico de 163 CV para entregar una arrolladora potencia de 963 CV. El par motor generado por ambos alcanza los 900 Nm.
La batería, anclada al piso del chasis, se puede recargar con energía de frenado y cada vez que el V12 genera más par motor del deseado, como por ejemplo trazando una curva demasiado alegremente. En lugar de enviarlo a las ruedas, el sistema se encarga de direccionarlo a la batería. Los dos motores están acoplados a la transmisión F1 de doble embrague.
Otro campo de experimentación del LaFerrari es la integración de la aerodinámica activa y de sistema de propulsión híbrido con el resto de controles dinámicos, con el doble objetivo de incrementar tanto la eficiencia como las prestaciones. Entre ellos también se incluye el equipo de frenos.
En resumen, menos de 3 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, menos de 7 segundos para alcanzar los 200 km/h y un tiempo por vuelta en Fiorano 5 segundos más rápido que el Ferrari Enzo.