En Lamborghini siguen sumergidos en una explosión creativa que en esta edición 2013 del Salón de Ginebra, 50º aniversario del nacimiento de la factoría de Sant’Agata Bolognese, ha dado como fruto el Veneno. Se trata de un exclusivo prototipo de carreras, aunque perfectamente homologado para circular por carretera abierta, del que se fabricarán y comercializarán únicamente 3 unidades que a estas alturas ya cuentan con propietario. Y eso que cada una cuesta 3 millones de euros.
El Lamborghini Veneno se propone llevar hasta las últimas consecuencias la eficiencia aerodinámica y la estabilidad en curva. Para ello ha sido dotado del 6.5 V12 de 750 CV que monta el Aventador, acoplado a la transmisión ISR ultra deportiva de 7 velocidades, que le permitirán acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanzar los 355 km/h.
Así pues, las principales novedades del Lamborghini Veneno se encuentran en la carrocería, cuya profusión de aditamentos aerodinámicos persigue alcanzar la perfección dinámica, además de mantener todos los componentes mecánicos debidamente refrigerados.
Como ya pasó con el Sesto Elemento, su desarrollo es un fruto directo de la experimentación con la fibra de carbono CFRP, que ha permitido adaptar el originario monocasco del Aventador a las nuevas formas del Veneno. El habitáculo también encierra novedades como un diseño específico del panel de instrumentos, que ahora incorpora un dispositivo que mide las fuerzas G.
El Lamborghini Veneno pesa 1.450 kg en seco, nada menos que 125 kg menos que el Aventador, algo que arroja una espeluznante relación peso/potencia de 1,93 por CV.