La llegada a la gama de la nueva generación de motores era la excusa perfecta para la presentación en el Salón de Ginebra del nuevo Peugeot 208. Tres años después de su lanzamiento, el polivalente de Peugeot recibe un restyling en el que destacan un frontal con la parrilla más grande y una moldura cromada, así como los faros negro-cromo con tira de luz diurna de LED, pilotos traseros también LED, así como nuevas llantas pintadas, diamantadas o grabadas con láser.
En el interior los cambios también han sido de matiz, con detalles como una nueva banda en el salpicadero, retroiluminación blanca en el cuadro de mandos, guías de luces de color azul con el techo panorámico o, quizá el más interesante ahora que prima el tema de la conectividad en el automóvil, el MirrorScreen, que replica la pantalla de un smartphone en el display táctil del coche y acceder así a sus aplicaciones.
Peugeot está haciendo un gran esfuerzo en el desarrollo de motores, y el 208 se beneficia de ello con la incorporación de cuatro nuevos propulsores a su catálogo: el 1.6 BlueHDi estará presente en tres niveles de potencia, 75, 100 y 120 CV. Todos ellos tienen registradas unas emisiones de CO2 inferiores a 95 g/km, y los dos primeros, además, presumen de un consumo medio de 3,0 l/100 km.
En cuanto a los gasolina, a los bloques Pure Tech atmosféricos ya conocidos, el 1.0 de 68 CV y el 1.2 de 82 CV, ahora se les ha añadido el 1.2 Pure Tech con turbo y Stop&Start, que entrega 110 CV y que estará disponible con cambio manual de 6 velocidades (emisiones de CO2 de 103 g/km) o con un nuevo cambio automático con convertidor de par, también de 6 marchas (EAT6; emisiones de 104 g/km).