Renault sabe que, cuando lanza un nuevo Clio, la gente le preguntará en ese mismo momento para cuándo la versión firmada por Renault Sport Technologies. Por eso, una de las sorpresas agradables en el Salón de París 2012 ha sido encontrarnos con que ya la tenían lista. Sorpresa doble además, porque contraviniendo la tradición, la Régie se ha presentado en «su» salón con una carrocería de 5 puertas. ¿Blasfemia o pragmatismo?
Más en serio, el Renault Clio R.S. de la anterior generación era el único deportivo derivado de un coche de gran serie que se mantenía fiel al motor atmosférico para ofrecer más de 200 CV de potencia. El avance de la normativa antipolución, sin embargo, ha ido obligando uno tras otro a los diversos fabricantes a elegir el nuevo estándar entre los propulsores altas prestaciones para coches accesibles, a saber, cilindrada de 1,6 litros, inyección directa y, sobre todo, un turbo.
Renault también ha claudicado y, para su nuevo R.S., ha aprovechado el desarrollo en la alianza con Nissan de un nuevo 1.6 de cuatro cilindros y 16 válvulas que entrega 200 CV a 6.000 rpm, 3 CV menos que su predecesor. Más llamativa resulta su entrega de par, que se sitúa en 240 Nm (25 Nm más que antes), una cifra habitual entre los turbodiésel de similar cilindrada, disponibles además de forma constante entre 1.750 y 5.600 rpm.
La aportación de Renault Sport puede encontrarse en los empujadores DLC (Diamond Like Carbon) o la doble distribución variable, así como unos escapes específicos en los que se ha trabajado especialmente el sonido.
Otra de las novedades de la variante R.S. de la cuarta generación del Clio es la caja de cambios EDC de doble embrague, de seis velocidades, a la que el motor 1.6 T está obligatoriamente asociado y que tuvimos ocasión de probar en el Renault Mégane. Para la ocasión, se han montado levas en el volante y un botón que permite elegir entre tres modos de funcionamiento, uno de ellos llamado “race”, en el que los cambios de marcha se realizan en 150 milisegundos.
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