El Skoda Kodiaq visto en el Salón de París 2016 y que llegará al mercado español a partir de 2017 (los pedidos se podrán realizar desde este mismo noviembre) es una nueva muestra de la firma checa no es lo que fue, y parece que no tiene ninguna intención de volver a serlo. Enfrascada en un salto hacia arriba en su pragmática y familiar gama de modelos, con su nuevo SUV de 7 plazas y 4,7 metros de longitud aspira a cotas más altas de lo que se haya podido ver en las últimas décadas.
El planteamiento del nuevo Skoda Kodiaq es bien sencillo: aportar una sensación de mayor status y representatividad a las familias con mayores necesidades de espacio de las que permite el Skoda Superb. Así, además de las dos plazas suplementarias (opcionales en España, salvo para los 300 primeros pedidos) su maletero tiene una capacidad de entre 720 y 2.065 litros si se abaten los asientos posteriores.
Su abanico de motores se despliega en tres opciones de gasolina (1.4 TSI de 125 y 150 CV, y 1.8 TSI de 180 CV) y dos diésel 2.0 TDI de 150 y 190 CV. Dependiendo de la motorización se podrá combinar con caja de cambios manual o cambio automático de doble embrague DSG, y con tracción delantera o tracción a las cuatro ruedas.
Skoda ha desarrollado tres niveles de equipamiento para el Kodiaq: Active, Ambition y Style. Desde el más básico cuenta de serie con llantas de aleación de 17 pulgadas, Front Assist o el regulador de velocidad Tempomat, mientras que el tope de gama incorpora elementos como los faros y pilotos traseros Full Led, climatizador de tres zonas, navegador con pantalla táctil, el portón eléctrico o el sistema Kessy de apertura y arranque sin llave.
Los precios del nuevo Skoda Kodiaq se situarán entre los 25.140 euros del Active con el motor 1.4 TSI 125 con tracción delantera y cambio manual y los 40.540 euros del Style con el 2.0 TDI 190, asociado de serie al cambio DSG y la tracción total.