El carrocero ha resuelto con la maestría habitual un proyecto que, en realidad, sólo es arriesgado porque se trata de un Ferrari, marca en la que los avances tecnológicos van de la mano con tradiciones casi tan barrocas como las de cualquier constructor británico de coches de lujo.
Lo más importante del Ferrari FF, sin embargo, está donde tiene que estar. Se trata de un motor central-delantero con inyección directa, asociado a un cambio de doble embrague de 7 relaciones, y cuenta con tecnología Stop&Start entre los componentes del Sistema HELE (High Emotions-Low Emotions). Sí, seguimos hablando de un Ferrari.
Más en serio, el nuevo GDI V12 entrega 660 CV a 8.000 rpm y 683 Nm a 6.000 rpm, aunque se han asegurado de que sea utilizable para el día a día, como muestra el hecho de que a partir de 1.000 rpm ya haya 500 Nm disponibles. La aceleración de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos deja claro que las cifras anteriores no son mero adorno para los catálogos, mientras que la antaño mítica barrera de los 300 km/h de velocidad punta (cómo olvidar aquel doble turbo empujando a todo trapo los ocho cilindros del GTO de mediados de los ’80, hasta alcanzar los 305 km/h), se pulveriza sin aparente esfuerzo para clavar el radar en los 335 km/h. Por cierto, también declara un consumo medio de 15,4 l/100 km y 360 g/km, unos valores de los que se sienten igualmente satisfechos.De lo que ningún Ferrari de calle podía presumir hasta hoy era de la motricidad que se le supone al sistema tracción total del FF. Tan revolucionario lo consideran, que hasta lo han patentado. Lo llaman 4RM y, en condiciones ideales, mantiene al GT italiano como un tracción trasera de toda la vida.
Ahora, cuando llega el deslizamiento, el PTU (Power Transfer Unit, o unidad de transferencia de potencia) se encarga de enviar el par necesario al eje delantero.De hecho, la interacción entre el PTU, el diferencial autoblocante E-Diff y el control de tracción F1-Trac, integrados en la misma centralita electrónica, aseguran que cada una de las ruedas colabore en mejorar la eficacia del modelo de lujo de Ferrari.