Prueba SEAT Alhambra 2.0 TDI Ecomotive: saber hacerse mayor

Prueba realizada por Roger Escriche

El segmento de los monovolúmenes tradicionales no guarda grandes secretos. Se trata de fabricar vehículos enormes con un interior aprovechable al máximo. Desde los pioneros Renault Espace y Chrysler Voyager, las principales innovaciones han afectado a la modularidad interior, conscientes de que sus futuros propietarios no suelen buscar las prestaciones puras en este tipo de vehículos, aunque Ford se atreviera a poner en duda tal afirmación con el S-Max.

Después de la desaparición del motor V6, el SEAT Alhambra Ecomotive es, a riesgo de parecer insólito, la versión más prestacional de la gama por detrás del 1.8 de gasolina y 150 CV, aunque la Ecomotive ridiculiza a la opción de gasolina en consumos, se encuentra casi a la par en prestaciones, y veremos si también en comportamiento.

El SEAT Alhambra fue lanzado en 1996 como hermano gemelo del Volkswagen Sharan, que también cuenta hoy en día con la versión 2.0 TDI 140 CV Bluemotion, por la que hay que pagar cerca de 4.000 € más. Trece años son muchos años, pero lo cierto es que desde su lanzamiento el modelo ha sufrido muy pocos cambios estéticos y ha envejecido con mucha dignidad, signo inequívoco de que cumplía con los requisitos para competir en el segmento con opciones como el Citroen C8 o el Peugeot 807.

Las modificaciones introducidas en el vehículo para conseguir convertirlo en digno propietario de la pegatina Ecomotive cumplen con el guión aplicado por SEAT en los modelos más pequeños.

El motor de 2.0 litros TDI de 140 CV ha recibido modificaciones en la gestión electrónica, y se han alargado las relaciones de la caja de cambios de seis velocidades, especialmente la quinta y sexta. Los ajustes también incluyen la colocación de un filtro de partículas DPF, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y suspensión deportiva de serie. La buena noticia, en este caso, es se ha conseguido ecologizar eficazmente el vehículo sin penalizar en exceso su comportamiento.

De hecho, la Alhambra Ecomotive acelera más rápido que la versión de base con el motor de 2.0 litros diesel e idéntica potencia. Su velocidad máxima -gracias a los ajustes en el cambio- es también ligeramente superior, 195 km/h. El empuje del propulsor es siempre suficiente para realizar maniobras de adelantamiento sin miedo a quedarnos en una zona oscura del cuentarrevoluciones.

La media oficial en conducción combinada es de 6 l/100 km, y la conducción a la que nos invita un monovolumen de sus proporciones tampoco arrojará medias muchísimo más elevadas aunque nos pese el pie derecho. Al final, no hay más que dividir los 159 gr/km de CO2 por siete -la capacidad total de la Alhambra Ecomotive- y tendremos unas emisiones por ocupante cercanas a las de un Toyota Prius.

Las capacidades dinámicas de la Alhambra original no se han visto minimizadas con la versión Ecomotive, al contrario de lo que pasaba en el Ibiza. El coche sigue siendo razonablemente ágil y estable con sus 1,76 metros de altura, monta la suspensión deportiva de serie -aunque pueda ser exagerado llamarla así- y los neumáticos de 195/60 en llanta 16 y baja resistencia a la rodadura no comprometen excesivamente el agarre en las curvas.

Por tamaño, peso y bastidor posee un buen aplomo en carretera, y no aparecen ruidos indeseables cuando se circula a altas velocidades. Las modificaciones llevadas a cabo en las relaciones de cambio tampoco afectan al comportamiento de la Alhambra ni en vías rápidas, con un escalonamiento progresivo que no provoca enormes caídas en el tacómetro, ni en carreteras con más curvas que generen incógnitas permanentes sobre qué marcha se tendría que utilizar.

El sistema de frenado del vehículo se mostró bien dimensionado, y cuenta con la tradicional retahíla de siglas EBV, ESP, MSR, EBA y ESP. Más información, directamente en el glosario.

El SEAT Alhambra Ecomotive es un auténtico siete plazas con una tercera fila de asientos -incluida entre el equipamiento opcional por 435 €- en el que pueden sentarse sin problemas dos adultos. El acceso a los dos últimos asientos no es especialmente práctico, pero en cualquier caso el espacio en todo el habitáculo es una cualidad de la que no va faltado el monovolumen de SEAT. Podemos pasarnos horas en su interior sin miedo a salir de él con las articulaciones pidiendo pomada.

Con cinco asientos ya dispone de 852 litros de capacidad de carga y un piso totalmente plano, y si también se extrae la segunda fila dispondremos de un auténtico palacio de 2.602 litros completamente aprovechables.

Otra cosa son muy diferente son las operaciones que hay que realizar para retirar los asientos, que requieren una cierta práctica y bastante fuerza de brazos. El precio que hay que pagar por unos asientos verdaderamente cómodos suele ser su peso, y el procedimiento de anclaje y desanclaje puede derivar en la aparición de delatadores regueros de sudor en la camisa. En este sentido, hay soluciones algo más practicables en monovolúmenes con menos años en el mercado.

Los materiales del habitáculo en el Alhambra dan mucha más sensación de robustez que muchos plásticos más vistosos que se emplean en monovolúmenes más modernos, aunque parte de los dispositivos del salpicadero, como en navegador, recuerdan permanentemente a sus ocupantes que el modelo fue lanzado en el lejano 1996 a pesar de los restylings que ha sufrido.

El puesto de conducción es igual de cómodo que el resto, pero le falta un punto de ergonomía. No es sólo que haya que ir a buscar el freno de mano al suelo del vehículo, sino que la palanca de cambio se encuentra también muy baja y entra en conflicto directo con el reposabrazos del conductor. Por último, el volante queda siempre muy inclinado hacia adelante a pesar de que es regulable.

Una Alhambra Ecomotive que supera en prestaciones a la versión tradicional de 2.0 litros y 140 CV ofreciendo el mismo agrado de conducción, destroza en consumos al propulsor 1.8 de gasolina y 150 CV y mejora incluso respecto a los diesel y gasolina de 115 CV. ¿Algo más que añadir? Si el modelo cumple con nuestros requisitos, la elección parece clara.

El SEAT Alhambra Ecomotive está disponible a partir de 28.530 €, con un impuesto de matriculación del 4,75% gracias a las emisiones de CO2 de 159 gr/km. El equipamiento opcional se puede reducir al asistente de aparcamiento, por 490 €, los asientos para niño en la segunda fila por 435 € y la pintura metalizada por 323 €. Seguramente casi nadie se rasgará las vestiduras cuando sepa que en la versión Ecomotive no está disponible la bola para remolques.