Hoy SEAT está de aniversario. La firma española cumple 70 años y lo hace, además, en el mejor momento de su historia, produciendo más coches que nunca y con una rentabilidad desconocida para este fabricante que se está reinventando a sí mismo.
SEAT es para España lo que Volkswagen para Alemania o Fiat para Italia. Con el SEAT 600, fue la marca que permitió el acceso al automóvil a una gran parte de la población, aunque no fue de un día para otro. Desde su fundación en 1950, pasaron tres años hasta que la fábrica de la Zona Franca de Barcelona vio salir su primer automóvil, un SEAT 1400, con una cadencia de 5 unidades diarias.
Cuarenta años después, después de haber fabricado modelos icónicos como el propio SEAT 600 o el SEAT 127, la producción se trasladó a la fábrica de Martorell, que se estrenó fabricando hasta 1.500 unidades al día de la segunda generación del SEAT Ibiza (y primera del Córdoba, la variante tres volúmenes del polivalente).
Hoy, SEAT cuenta en territorio español con las factorías de Barcelona, El Prat de Llobregat y Martorell para montar el SEAT León, el SEAT Ibiza y el SEAT Arona. La producción del SEAT Alhambra se realiza en Portugal, la del Tarraco en Alemania, la del Ateca en la República Checa y el Mii electric en Eslovaquia. En total, la marca lleva producidos más de 19 millones de vehículos, y subiendo.
Si bien los números indican con claridad el buen estado de la marca, hay un factor que no debemos dejar pasar por alto: la creación de la marca Cupra.
Lo que nació como la variante más deportiva y radical de la segunda generación del SEAT Ibiza, con los años fue ocupando ese espacio también en el SEAT León. El compacto de SEAT, de hecho, ha sido el modelo que ha permitido medir con mayor precisión la evolución de la marca, y en su ya pasada tercera generación logró posicionarla en un nivel superior.
Por comportamiento dinámico -uno de los valores que SEAT ha tratado de cuidar especialmente en las últimas décadas- pero sobre todo por la mejora notable en la calidad del producto, tanto de fabricación como la percibida en sus interiores. Una tendencia de la que también se han beneficiado el SEAT Ateca y el SEAT Tarraco.
Pero volviendo a Cupra, puede decirse que el SEAT León Cupra es uno de los responsables de que a la firma de Martorell ya no se la catalogue como una marca low cost dentro del Grupo Volkswagen, sino como una alternativa con unas señas de identidad bien marcadas, sin nada que envidiar al resto de marcas generalistas del mercado.
Con esta premisa, en 2018 nació la marca Cupra, un sello que se distingue del resto de la gama SEAT por ofrecer un producto más exclusivo y prestacional. Sus responsables evitan la denominación premium -eso les obligaría a competir con marcas a las que este rasgo se le supone-, pero lo cierto es que el público ha aceptado de muy buen grado esta propuesta, que se estrenó con el Cupra Ateca y en breve contará con el nuevo Cupra León (en carrocería berlina y ST) y el Cupra Formentor, un SUV con rasgos coupé.