Prueba SEAT Ibiza ST 1.6 TDI 90 Style: a por ellos

Prueba realizada por Roger Escriche

No siempre las adaptaciones de carrocerías funcionan. Todos hemos visto con nuestros propios ojos ciertas aberraciones en formato sedán de compactos o utilitarios que sí funcionaban en sus variantes de partida.

Los familiares, por alguna razón que se nos escapa, suelen dar resultados bastante más satisfactorios a la vista. ¿Es más fácil diseñar un familiar? ¿Las carrocerías break son más harmoniosas y proporcionadas que las de tres volúmenes? Quién sabe. En el caso del Ibiza ST, que es el que nos ocupa, el primer acercamiento estético funciona perfectamente.

Es más, el resultado nos hace pensar que esta versión pululó por las mentes de los diseñadores de SEAT desde la aparición de la última generación del modelo, que todo estaba perfectamente previsto. Así pues, con esta ya son tres: 5 puertas, SC y ST. Ahora ya sólo falta lanzar al mercado la versión Coupé-Cabrio, que eso sí sería atrevido…

Para localizar al predecesor más inmediato del nuevo Ibiza ST tendríamos que remontarnos al Córdoba Vario, una variante que no destacaba por sus bellas líneas y que, como era de suponer por pura dinámica de mercado, no se vendió mucho en España pero tuvo cierta acogida en Europa. Hoy en día la percepción general sobre las carrocerías familiares está cambiando, pero es de esperar que el Ibiza ST corra la misma suerte que el Córdoba Vario, o sea que, a por ellos sin miedo.

No hay novedades importantes de última hora entre los utilitarios con carrocería familiar, Ibiza aparte. Los rivales de la variante ST del utilitario de SEAT son los que han estado allí durante los últimos años, léase las versiones break de los franceses Peugeot 207 y del Renault Clio, ambas de largo recorrido, y otra variante familiar en el mismo Grupo Volkswagen, el Skoda Fabia.

Las principales virtudes de este conocidísimo bloque de 1.6 litros TDI common-rail de la factoría Volkswagen, profusamente empleado en modelos de todo el Grupo, es que permite mantener los consumos a raya y es bastante silencioso. Sus bondades como consumidor modesto quedan demostradas si tenemos en cuenta que la versión inmediatamente superior de 105 CV se emplea en las versiones Ecomotive del León y del Altea, cuyos consumos y emisiones son de lo mejor en sus respectivos segmentos.

Esta versión inferior de 90 CV instalada en el Ibiza ST consume según datos oficiales 4,2 l/100 km y emite 109 gr de CO2. Fuera de las condiciones ideales para realizar estas mediciones, en el mundo real, rondarán los 5,5 l/100 km en conducción habitual sin exigencias innecesarias y se encaramarán hasta los 6,5 o 7,0 l/100 km si, en contra de la lógica, nos dedicamos a extraer todo el potencial del propulsor.

La contrapartida a todo esto es que los niveles de potencia del motor son suficientes, con 90 CV que se entregan cuando la aguja del cuentarrevoluciones alcanza las 4.200 rpm, y unos más generosos 230 Nm de par máximo entre 1.500 rpm y 2.500 rpm. Antes de llegar al final de la zona de par máximo el motor ofrece un cierto empuje, pero el rango de utilización si queremos prestaciones es reducido.

Para el resto, que es para lo que ha sido concebida esta versión, los niveles de entrega son los necesarios. Así lo atestiguan los 178 km/h de velocidad máxima que puede alcanzar y los 12,2 segundos que necesita para alcanzar los 100 km/h desde parado, que no está nada mal. El motor está asociado a un cambio manual de 5 velocidades muy correcto en cuanto a tacto y funcionamiento.

La gran pregunta que nos formulamos nada más subirnos al nuevo Ibiza ST es qué restaría o añadiría esta versión familiar al comportamiento del Ibiza de 5p, y la respuesta es que nada, o muy poco. Dicho de otra forma. La versión familiar del utilitario de SEAT mantiene el buen balance de su compañero de 5 puertas entre comportamiento dinámico y confort, un equilibrio no muy habitual en su segmento.

Obviamente, si nos empeñamos en buscarle los límites físicos y nos dedicamos a frenar con intensidad en la entrada de un viraje notaremos una mayor aunque leve inercia de la parte trasera, pero poco más. La herencia de 55 kg y 175 mm extras de la versión ST respecto a la de 5 puertas.

Por el resto, la misma calidad de rodadura, estabilidad en el paso por curva y prácticamente las mismas prestaciones que la versión de cinco puertas, que son idénticas en cuanto a velocidad máxima aunque la versión ST necesita 0,4 segundos más para completar el 0 a 100 km/h.

©Cochesafondo

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Los neumáticos opcionales de 215/45 asociados a las llantas de 16 pulgadas que montaba la unidad de la prueba podrían considerarse excesivos para los niveles de potencia del vehículo, porque van contra el principal acometido de la versión, que es gastar poco combustible ofreciendo unos niveles suficientes de potencia.

De acuerdo que los neumáticos anchos son más espectaculares, pero el comportamiento del vehículo no se vería en absoluto afectado con unas gomas de menor tamaño, y los consumos, que siempre son contenidos, podrían reducirse todavía un poquito más.

SEAT ha realizado con enorme naturalidad y mucho acierto la variante ST para SEAT Ibiza. Naturalidad porque salta a la vista que la nueva carrocería no presenta ningún rasgo estético forzado, y acierto porque las diferencias en cuanto a espacio de carga y versatilidad respecto a la versión de 5 puertas, que es lo que a priori se buscaba, son importantes.

Las cotas interiores del habitáculo, como es lógico, se mantienen invariables, pero a partir de la banqueta trasera las cosas cambian bastante. Para empezar, la versión ST ha ganado 175 mm de longitud, hasta los 4,22 metros.

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En la parte trasera nos topamos con un amplio portón del maletero, que una vez abierto nos ofrece una boca de carga realmente grande y libre de obstáculos. La altura desde la base del maletero al suelo también se ha reducido para facilitar las operaciones de carga de objetos pesados.

Pero el dato que salta a la vista es este: 430 litros disponibles en la configuración estándar del Ibiza ST, por 292 litros en la versión de 5 puertas. Y no sólo es un maletero de dimensiones muy respetables, sino que tiene unas formas muy regulares y por lo tanto más aprovechables.

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Debajo de la bandeja separadora con el habitáculo, el Ibiza ST incorpora una segunda bandeja portaobjetos suplementaria bastante práctica. Hay ganchos para colgar bolsas y si nos decidimos a levantar la lámina del piso del maletero, aparece en todo su esplendor una rueda de repuesto del mismo tamaño que las que van montadas en los ejes del vehículo.

El paquete Almacenaje (375 €) puede ser bastante útil para completar el círculo virtuoso gracias a los espacios portaobjetos en el apoyabrazos delantero, los cajones bajo los asientos delanteros y los cajones, ganchos y gomas elásticas en el maletero, a los que se une una toma de corriente de 12V. Con la banqueta trasera abatida también se ha mejorado la superficie resultante respeto al Ibiza de 5 puertas, algo más plana y por lo tanto es más aprovechable.

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El SEAT Ibiza ST es una propuesta muy apropiada para los que, a pesar de decantarse por un utilitario por su compromiso entre funcionalidad, prestaciones y consumos, necesiten disponer de algo más de espacio de carga puro y duro. A todo esto y a las virtudes ya conocidas del bastidor del Ibiza, SEAT ha sabido añadirle, además, un extra de versatilidad interior y funcionalidad respecto a la versión de cinco puertas. La operación ST, por tanto, ha concluido con éxito.

El SEAT Ibiza ST 1.6 TDI 90 DPF está disponible con el acabado Style desde 17.460 €. Este añade al acabado básico el climatizador, los faros antiniebla con función cornering, los espejos retrovisores plegables, calefactables y regulables eléctricamente, las barras cromadas en el techo, el asiento del acompañante regulable en altura, las llantas de aleación de 15 pulgadas con neumáticos de 185/60, el volante y el pomo de la palanca de cambios en piel, el control de velocidad de crucero y el ordenador de a bordo, además de la banqueta trasera plegable con división 70/30 y el sistema de audio con seis altavoces.

El resto de opciones disponibles para el Ibiza ST son, además, bastante asequibles. El paquete Almacenaje añade un plus de versatilidad interior por 375 € gracias a los numerosos espacios portaobjetos, mientras que el paquete Invierno, con lavafaros y asientos delanteros calefactables, cuesta 325 €. A este paquete podemos añadir los asientos deportivos de piel por 1.090 €. Las llantas de 16 pulgadas, verdaderamente innecesarias en esta versión, cuestan 200 €. El puerto USB con bluetooth 380 €, y el techo eléctrico de cristal 647 €.

Apuesto a que todos o la mayoría de los/las que lean esta prueba se han subido alguna vez en su vida a un Ibiza. Todos tenemos algún recuerdo personal e intransferible de este coche, que con los años y generaciones se ha convertido en parte indivisible del paisaje asfáltico por estos lares.

El primero para mí fue un SXi al que, pobre, le hicimos muchas trastadas. Digo le hicimos por ni siquiera era mío, sólo de vez en cuando. Teniendo en cuenta que por aquellas tempranas edades se vive en una permanente economía de guerra, la imagen de aquellos neumáticos traseros ya no gastados, sino con los alambres bien a la vista no me abandonará nunca.

Lo que cuenta finalmente es que desde ese preciso instante el Ibiza quedó asociado en mi subconsciente a la diversión. Quizás el ST que protagoniza esta prueba puede que empiece a modificar estas percepciones. Después de probarlo, tengo claro que también puede ser un perfecto coche racional para una familia, aunque los instintos son los instintos…