Barcelona.- Con la llegada de las versiones GreenLine del Skoda Yeti y del Superb Combi, todos los modelos de Skoda cuentan con su correspondiente variante ecológica GreenLine. En el centro de esta segunda generación de la gama GreenLine se encuentran los propulsores 1.2 TDI de 75 CV, que se montará en el Fabia y el Roomster, y el 1.6 TDI de 105 CV, disponible para el Superb, el Yeti y el Octavia.
Como es habitual en las marcas del Grupo Volkswagen, estos motores se combinan con otras medidas de eficiencia como la recuperación de energía durante las fases de deceleración, ajustes en las unidades de control del motor, neumáticos de baja resistencia a la rodadura, modificaciones aerodinámicas e indicador de marcha recomendada.
La novedad tecnológica más importante de la familia GreenLine es, sin embargo, la incorporación del sistema Start-stop de serie en todos los modelos, que según Skoda puede contribuir a reducir el consumo total de carburante en un 10%.
Con estos parámetros, el consumo combinado en el Fabia y Fabia Combi GreenLine es de 3,4 l/100 km para unas emisiones de CO2 de 89 gr/km. En el caso del Roomster, el consumo se sitúa en los 4,2 l/100 km y las emisiones en 109 gr/km.
El Octavia contará con dos variantes ecológicas, denominadas GreenLine y Green tec. La primera se comercializará en las variantes berlina y Combi, con un consumo de carburante de 3,8 l/100 km y unas emisiones de 99 gr/km. La variante Green tec se diferencia de la anterior por la mayor cantidad de elementos opcionales disponibles, que aumentan el peso del vehículo y empeoran su aerodinámica.
El nuevo Skoda Yeti GreenLine arroja un consumo combinado de 4,6 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 119 gr/km. Las aplicaciones GreenLine también llegan al buque insignia de la marca checa, en sus dos versiones berlina y combi. Ambos modelos ofrecen un consumo combinado de 4,4 l/100 km y unas emisiones de 114 gr/km.