Dicha empresa está destacando por su nivel tecnológico, presente en la producción de vehículos propulsados por combustibles alternativos, como Garia y Fisker, así como el Boxster y el Cayman de Porsche.
El anuncio de la recapitalización de Think a principios de este año vino acompañado de la llegada de nuevos inversores que se han sumado al proyecto de la motorización sin emisiones de la firma noruega, encabezado por el coche eléctrico Think City.
Los acuerdos alcanzados con industrias proveedoras de componentes del automóvil y de tecnologías verdes han traído consigo nuevos contratos para el suministro de trenes de
rodaje. Gracias a ello, se han podido acordar ventas de coches en algunos mercados europeos considerados clave y, por tanto, se ha podido reiniciar la producción en Europa.El presidente de Think, Richard Canny, afirmaba que la demanda inicial de vehículos es de 2.300 unidades, y que su primera prioridad es entregarlas lo antes posible a los clientes. Se espera que las primeras entregas tengan lugar antes de esta Navidad. "Nuestra siguiente prioridad", aseguró Canny, "es seguir desarrollando esta demanda y expandir su oferta por Europa y el resto del mundo".