La carrera más dura del mundo ya está aquí un año más, dispuesta a poner a prueba del 5 al 20 de enero de 2013 la resistencia de pilotos, copilotos, mecánicos y, naturalmente, los coches, una de las grandes incógnitas del Dakar 2013.
Y es que en esta edición, con el ánimo de aquilatar costes y hacer más asequible la victoria a un mayor número de equipos, A.S.O., el organismo organizador de la prueba, se ha limitado sensiblemente la preparación de los coches, que sólo pueden montar motores prácticamente de serie.
Eso no modifica, sin embargo, la lista de candidatos a llegar en primer lugar a la meta de Santiago, encabezada como otras tantas veces por Stéphane Peterhansel y su copiloto Jean-Paul Cottret, ganadores en coches en 4 ocasiones y que este año aspiran a repetir victoria a bordo del Mini Countryman All4 Racing de la escudería Monster Energy X-Raid.
El vigente campeón tendrá a su estela a unos competitivos Nani Roma y Michel Perin, que con el mismo coche y la misma estructura, esperan que ésta sea la vencida y logren batir a “monsieur Dakar” con permiso, eso sí, de sus compañeros rusos Leonid Novitskiy y Konstantin Zhiltsov.
El aporte mediático de Nasser Al-Attiyah y Carlos Sainz, que tienen intercambiados los que anteriormente habían sido sus copilotos habituales, Lucas Cruz y Timo Gottschalk, ha llamado mucho la atención sobre los buggies hechos prácticamente a medida por el preparador californiano Jefferies Racing.
Pero por mucho que sus coches sean muy competitivos en las bajas que se corren en EEUU, el Dakar es otra cosa, y tanto Sainz como Al-Attiyah han reconocido que han tenido muy poco tiempo para poner a punto un coche que, en condiciones favorables, podría sacar mucho partido de su potente motor a pesar de ser un tracción trasera.
Esas mismas dudas son las que hacían que Nani Roma mencionara al Toyota Hilux de Giniel de Villiers y Dirk von Zitzewitz como unos de los verdaderos rivales a tener muy en cuenta.
Lo peor para el principio
El Dakar 2013 tiene previsto un recorrido para los coches de 8.574 kilómetros, 4.155 de los cuales contra el reloj, repartidos en 14 etapas. Esta edición se distingue, además, por que los participantes se encontrarán con la dificultades de las dunas prácticamente desde los kilómetros iniciales. Y, por si esto fuera poco, para la mini-especial de 13 kilómetros que abre la carrera cerca de Pisco y que determina la posición de salida al día siguiente, la organización ha establecido que el tiempo obtenido se multiplique por 3.
Se ha querido evitar así que los principales pilotos aprovechen lo corta de la etapa para tomárselo con calma y, de ese modo, no tener que abrir pista al día siguiente, en una especial en la que, según afirma Lucas Cruz, abundarán “dunas muy anárquicas, pequeñas y con pequeños y profundos agujeros de separación que si se atacan con precaución pueden obligar a mover muchos metros cúbicos de arena hasta salir”.
Otro de los que tienen algo que decir respecto al Dakar es Xavier Foj, barcelonés de 53 años que acumula 22 participaciones consecutivas en esta carrera. En una entrevista publicada por autopista.es, el veterano piloto reconocía que el Dakar “americano” es deportivamente tan o más duro que cuando se corría en África. Perfecto conocedor, por tanto, del tipo de terreno que va a pisar, Foj tratará de revalidar con el Toyota Land Cruiser puesto a punto por Jaton Racing su título como ganador en la categoría T2, la de coches prácticamente de serie, acompañado por el copiloto argentino Ignacio Santamaría.