Toyota Yaris 2009: mejoras en el urbanita nipón

Madrid.- Los retoques realizados en el Yaris colocan de nuevo al pequeño Toyota en igualdad de condiciones frente a su feroz competencia. No en vano, este modelo se las tiene que ver con gamas tan solventes como las del Seat Ibiza, el Peugeot 207, el Ford Fiesta, el Mazda 2 o el recientemente renovado Renault Clio.
Frente a ellos, Toyota trata de distinguir su producto con características como la calidad percibida, la seguridad de su estructura, un diseño moderno y unas motorizaciones eficientes, así como la flexibilidad de su interior.

Respecto a las mejoras recibidas por la edición 2009 del Yaris, se encuentran un frontal (faros, capó, parachoques, rejilla del radiador, alerón ampliado) y la zona trasera renovados (además del paragolpes nuevo, los pilotos traseron incluyen LED). El habitáculo cuenta ahora con una consola central negra que se combina con acabados cromados o de titanio. El espacio interior se beneficia, asimismo, de hasta 18,2 litros de capacidad para guardar objetos en el salpicadero, mientras que el maletero, con los asientos traseros abatidos, admite bultos de más de 1,3 metros de longitud.

Si la seguridad pasiva se beneficia de una estructura reforzada y un equipamiento que puede incluir los reposacabezas activos y hasta 7 airbags, incluyendo el que protege las rodillas del conductor, la seguridad activa cuenta ahora con el asistente a la frenada de emergencia (EB) de serie para toda la gama y el control de estabilidad VSC como recomendable opción.

Los tres motores que componen la oferta del Toyota Yaris han mejorado sus valores respecto a la gama anterior. Tanto el gasolina 1.0 de 69 CV como el diésel 1.4 D-4D de 90 CV con filtro de partículas (DPF) han recibido modificaciones que incrementan su eficiencia, mientras que

el nuevo 1.33 VVT-i Dual 101 CV incorpora la tecnología de arranque y parada automáticos «Stop & Start». Los dos más potentes cuentan de serie con una nueva caja de cambios manual de 6 velocidades, aunque como opción se puede solicitar con la transmisión manual eléctrica robotizada Confortdrive en las versiones más equipadas (550 € para el gasolina y 700 € en el diésel). Gracias a todo ello los consumos se han visto reducidos (5,0 y 5,1 l/100 km el 1.0 y el 1.33 gasolina; 4,1 l/100 km el 1.4 D-4D) y las emisiones homologadas en ciclo combinado llegan como máximo a los 120 g/km de CO2.

Los niveles de acabado se escalonan en tres posibilidades tanto para la carrocería de 3 puertas como en la de 5: el más básico Live, la edición limitada TS, enfocada a un conductor más joven, y el tope de gama, el Active. Desde las versiones Live se incluye cierre centralizado, elevalunas eléctricos, asiento del conductor regulable en altura y equipo de sonido con lector de MP3. El TS añade faros antiniebla, aire acondicionado, 6 altavoces y sistema de manos libres con conexión por Bluetooth, así como llantas de aleación, una tapicería específica y el volante multifunción tapizado en cuero y regulable en altura y profundidad.

© Toyota

© Toyota

Cada acabado tiene una serie de opciones específicas, entre las que destacan el control de estabilidad (450 € ) o el navegador a pantalla completa de 6,5″ (700 €).